La materialización de determinamos riesgos ha llevado consigo una sensibilización de la sociedad que a su vez ha transformado la economía y la sociedad. Ahora más que nunca, lo que vale una empresa no es sólo su  valor contable “sino que hay una serie de elementos, como el gobierno corporativo o el uso eficiente de los recursos, que cada está teniendo un impacto en las compañías y sus resultados”, asegura Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis. Un tema, el de la inversión socialmente responsable, que podría estar en una tercera velocidad, tal y como lo define Ricardo Comín, sales director & deputy Country Head Iberia en Vontobel AM pues ahora “todos aceptamos que te puede evitar sustos a la hora de seleccionar una compañía y empezamos a ver fortaleza en lo que es engagement, es decir, convencer a compañías y gobiernos de una política corporativa o nacional bajo paradigmas ISR que tendrá impacto el día de mañana”.

Este es el desarrollo que tendrá la inversión sostenible y su impacto sobre la efiiciencia corporativa

Han participado: José Javier Armendáriz (Clave), Felipe López- Gálvez (Self Bank), Iván Díez (Groupama AM), Ricardo Comín (Vontobel AM) Aingeru Sorarrain(Kutxabank) e Ignacio Perea (Tressis)

Que la sociedad se está transformando es un hecho y que cada vez tiene más relevancia el tema transparencia, también. Lo que se ha trasladado al mercado financiero. Sin embargo, aunque la asunción de las temáticas de responsabilidad social corporativa por parte de las compañías y el inversor institucional está muy avanzada, todavía “para el inversor/ ahorrador está en un estadio inicial. Las empresas están haciendo mucho pues al final la integración de criterios ASG medirá su capacidad para poder innovar o adaptarse a estos criterios en sus decisiones de inversión  pero el ahorrador todavía está lejos”, confirma Iván Díez, Country Head Iberia & Latam de Groupama AM.  En este punto el experto de Vontobel habla de la penetración que tiene este tipo de inversión en otros países. En Holanda, dice Comín, el 15% de la inversión es sostenible mientras que en España no llega al 3,5%. “Vamos muy por detrás y eso que hablamos del inversor profesional que está más avanzando que el retail”.

El panel de expertos cree que aquí la regulación tiene mucho que hacer. De hecho, Felipe López – Gálvez, desarrollo de contenidos, productos y servicios de Self Bank recuerda que el regulador europeo, ESMA,  incluirá una pregunta sobre si los inversores quieren estas temáticas en las inversiones. “Algo que obligará al distribuidor a vender productos ISR, lo que acelerará la entrada de productos socialmente responsables para el cliente final”. Pues al final “si quieres que este producto tenga una demanda grande es necesario que impliques al minorista  y éste, todavía no sabe de qué va”, explica Perea.

Un buen punto de partida, dice este experto, es que la Comisión Europea defina qué considera socialmente responsable y homogeneice sus criterios (exclusión, impacto… ) pues “al final cada uno definimos la sostenibilidad bajo nuestro criterio y es ahí  donde queda mucho trabajo por hacer, especialmente en lo que se refiere a la Comisión Europea con el trabajo de taxonomía y definir de qué hablamos”, apunta Aingeru Sorarrain, responsable de renta variable, fondos de terceros e ISR de Kutxabank Gestión. El principal reto es la regulación y otro, no menos importante, es la educación y la formación. El experto de Groupama AM cree que hay que partir de la base de la formación  “a las redes (sobre todo en un país tan bancarizado) y que éstas formen a los clientes para que entiendan qué es la ISR y que haya una alineación de conocimientos”.

Un tipo de inversión que, más que tener una rentabilidad mayor que la tradicional, permite identificar potenciales riesgos y si a la larga se gestiona mejor el riesgo es más probable que sea más rentable. “Al final, cuanto mejor sea una compañía en temas de gobernanza y criterios sociales, mejor podrá evitar potenciales riesgos futuros lo que derivará en una mayor rentabilidad”, a juicio del experto de Kutxabank.

Y ¿qué ocurrirá con esas compañías o fondos de inversión que no apliquen esos criterios en su inversión?  Perea cree que tendrán una presión en su cuenta de resultados porque se les va a exigir una prima mayor y,  cada vez que salgan a buscar capital, les costará más. José JavierArmendariz Quel, presidente de Clave cree que a corto plazo “no hay riesgo de exclusión, pues dinero hay para todos los sectores. Otra cosa es que si partes de una estrategia que no parte de los criterios de sostenibilidad se estrechará el acceso a capital y esto les encarecerá”. Y ¿qué ocurrirá a largo plazo? No es sencillo, más cuanto se piensa en el universo de renta fija. ¿Se imaginan tratando de convencer a Trump de que si no cambia su política no se venderá la deuda pública americana? No es fácil. “Es algo que se ha empezado para no parar pero habrá muchas trabas porque ahora mismo hay elementos muy fuertes que no se pueden cambiar”, dice el experto de Vontobel AM.

"Los criterios de inversión sostenible, más que ofrecer una rentabilidad mayor, permiten identificar potenciales riesgos"

Aunque la regulación es el motor fundamental de este tipo de temática, y de hecho Francia ha avanzado mucho precisamente porque ha obligado a los fondos de más de 500 millones a que definan cuál es su impacto sobre medio ambiente y cuáles son sus medidas, estos expertos hablan de la G (gobernanza) como uno de los factores que podría tener más relevancia a futuro. Una variable que cobra importancia independientemente del sector en el que esté una compañía pues “no olvidemos que el origen de las últimas crisis ha sido por un tema de gobernanza”, aseguran en Groupama AM. Sorarrain cree que quizás la importancia de una u otra variable la defina el sector en el que cotizan las compañías – no tiene el mismo impacto ambiental una compañía minera que un banco –  pues cada uno tiene su talón de Aquiles.

Sobre el desarrollo lógico al que debería aspirar la industria, el modelo francés – por cercanía y porque el movimiento ha venido más por la parte regulatoria  - es el ideal para impulsar la industria sostenible española. Siempre intentando identificar, en la medida de lo posible, el “green washing”, o lavado de cara de las compañías que dicen que son socialmente responsables cuando en realidad no lo son. Armendariz asegura que estos procesos “empiezan como moda, tienen un componente de “maquillaje” pero conforme los equipos directivos y accionistas van avanzando, a nadie se le ocurre pensar que esas compañías no están en un proceso de mejora continua”. Buen ejemplo de ello fueron los ISO – organización internacional de estandarización –  aunque esto evolucionará mucho más rápido y mejor porque “hay más conciencia y porque todos los que estamos implicados en el entorno de la inversión estamos impulsando que esto ocurra”.  

Armendariz cree que los “que nos dedicamos a gestionar dinero el tema regulación siempre orienta. Con lo que viene (refiriéndose sobre todo a la generación Millenial) la partida está ganada porque las nuevas generaciones están tremendamente concienciadas”. Este experto además cree que es importante la apuesta del institucional, señalando el papel que han tenido las SPVs en el País Vasco que “al estar tan pegadas al terreno ayudan a que haya acción – reacción del institucional, que ve de cerca qué se está  generando  en el mercado”.

¿Y qué pasará con este desarrollo si la economía entra en recesión? Desde Groupama AM aseguran que cuando hay una crisis se tienen que hacer ajustes pero “una cosa son los costes y otra la inversiones. Si estás en la ISR por moda, probablemente será un coste y esa partida la quitarás mientras que, si lo ves como inversión y efectivamente ves que aporta valor añadido irás adelante”. Una etapa de la economía que impacta en todo y en la que “hay una gestión de tiempos. Si tienes que hacer ajustes porque la primera línea de resultados se cae, hay entornos en los que priorizar en aspectos que no impactarán de forma precisa en la cuenta de resultados y, justificar determinados ajustes y mantener determinados ritmos de inversión en ISR, es complejo”, asegura Armendariz.  En definitiva es una pirámide de necesidades en un recurso que es limitado.  Claro que será un período que “permita ver quién ha hecho el trabajo y quién no y, en este último caso, que puedan caer en temas de riesgo reputacional que sea el golpe final para una empresa”.

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