En la cumbre del G-20 esperaba algo mas “y el principal problema es que ha primado lo urgente sobre lo importante. Lo urgente era una crisis desatada a principios de semana sobre Grecia pero se tienen que dar solución a tres problemas: conocimiento real de la situación del sector financiero- no conocemos el grado en el que está- la situación de impago de los deudores y qué medidas tienen que hacer para hacer más viable el pago de esos deudores. En este sentido hay pocas medidas”, reconoce Alexis Ortega, socio director de Finagentes Gestión.


Este experto cree que esperar hasta marzo para empezar a tomar medidas – como han adelantado algunos de los líderes europeos- es perder el tiempo pues “
creo que esa cumbre es en la que teníamos que poner en marcha estos temas porque con crecimientos raquíticos la deuda no se pagará y si además nos enfrentamos a una recesión, el impago no sólo afectará a los casos más flagrantes sino también a los que teníamos considerados que pagarían”.

En este sentido “estamos en el signo de los tiempos y damos importancia a lo cortoplacista más que a lo urgente”. A la vista está todo lo que ha ocurrido en Grecia que “será el telón de fondo en la próxima semana y pensamos que todavía alguna noticia más habrá acerca de esta economía”.

El dato de mercado laboral está pasando algo desapercibido “ha cumplido las expectativas, es un dato neutro porque aun siendo positivo suena a poco. En una semana en la que hemos tenido sorpresas político-económicas en cuanto a la deuda de Grecia, se ha desviado la atención”.

Las primas de riesgo son muy importantes pero hay que tener cuidado porque lo que está sucediendo es que tenemos tipos alemanas de interés a diez años cerca del 1% y con una prima así supone el 5,6% de interés. La última vez tuvo que intervenir el BCE comprando deuda italiana o española estábamos hablando de unos tipos de interés del 6%, nivel del que todavía estamos lejos, y con unos bonos a diez años alemanes cotizando cerca del 3%.

En Estados Unidos, para intentar salvar la crisis de agosto se hizo un plan encargado a un supercomité sin tener que hacer una negociación con representantes y “esto nos pone sobre la mesa que el tema de la deuda no sólo ha venido para quedarse sino que a la larga tendrá que salir de donde está ahora”. Ortega reconoce que en EEUU esta deuda está alcanzando los 15 billones de dólares- desde los 9 millones en los que estaba cuando Obama llego a la Casa Blanca – lo que representa el 98% de la deuda. “Algo hay que hacer porque estar emitiendo deuda sin ningún tipo de freno hará que sino ahora tenga que tratarse en algún momento del año que viene”.