Ence
obtuvo un beneficio neto de 49,9 millones de euros en 2015, frente a las pérdidas de 140,9 millones de euros que registró en 2014. Los resultados se han visto favorecidos por el efecto "muy positivo" de los precios de la celulosa, que han aumentado como consecuencia del incremento sostenido de la demanda y por el "favorable" tipo de cambio EURUSD.
El ebitda de la empresa de celulosa se situó en 191,8 millones de euros millones de euros en 2015, lo que supone multiplicar por 112 el registrado un año antes. Esta "significativa mejora" se debió a la efectividad del plan de mejora de la competitividad de la empresa y a la buena evolución de los precios de la celulosa.
En cambio, la cifra de ventas se redujo un 3,4% hasta los 663,9 millones de euros en 2015.
La compañía ha destacado la reducción de los costes de producción, que se redujeron hasta los 355 euros por tonelada en el último trimestre del año, situándose en una media de 359 euros por tonelada en 2015, un 11% menos que en 2014.
El flujo de caja libre recurrente se situó en 110 millones de euros a cierre del año pasado, lo que permitió reducir la deuda en 43 millones, dedicar 34 millones a inversiones y destinar 36 millones al pago de dividendos.
Estas cuentas llegan en un momento clave para el valor, ya que el precio se estaba acercando peligrosamente al soporte de los 2,40 euros, por donde pasa el retroceso de Fibonacci del 61,8%. No obstante, el precio sigue sin superar la directriz bajista que nació a finales del año pasado y que le ha costado más de un 30% de caída en tres meses. La clave en el corto plazo está en que supere ahora los 2,64 euros, ya que por este nivel pasa el siguiente retroceso de Fibonacci, aunque la señal realmente positiva sería que el precio se colocara por encima de 3,20 euros, pues por este nivel pasa la directriz alcista de largo plazo que perdió en enero. En cambio, si Ence perforara los 2,40 euros, correría el riesgo de caer hasta los 1,95 euros.
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