Los precios del Oro se encuentran en máximos de tres meses, en un entorno en el que el dólar ha dado una tregua después de que las autoridades de la Reserva Federal de EEUU hayan abierto la puerta un menor ritmo en las subidas de tipos.
Si el metal amarillo cerró octubre en 1.632 dólares la onza, apenas dos semanas después roza los 1.780 dólares la onza, en territorios que no había pisado desde mediados de agosto. El impulso podría ser algo más que un movimiento técnico, abriendo el camino a un cambio fundamental a largo plazo.
Así parece creerlo Nicky Shiels, jefa de estrategia de metales de MKS PAMP, que explica en una nota a los clientes que el mayor factor que apoya la nueva tendencia alcista del oro es el cambio de las expectativas de los inversores en relación con la política monetaria de la Reserva Federal. Aunque la Reserva Federal seguirá subiendo los tipos de interés hasta principios de 2023, se espera que el ritmo se reduzca. Al mismo tiempo, las presiones inflacionistas seguirán siendo elevadas.
"La Fed ha llegado demasiado tarde (y luego demasiado rápido con subidas de tipos de interés de gran tamaño)”, cree la experta, y “ahora no va a poder subir lo suficiente como para bajar la inflación de forma sostenible”. “Es un régimen de inflación más alto durante más tiempo, con una Fed relativamente más lenta”.
Aunque el oro se considera una cobertura contra la inflación, el aumento de los tipos tiende a restarle atractivo, ya que es un activo que no paga intereses.
El mercado empieza a dar por descontado que en su reunión de diciembre la Fed elevará los tipos en 50 puntos básicos, soltando el pie del acelerador tras cuatro subidas consecutivas de 75 puntos.
El lunes, la vicepresidenta de la Fed, Lael Brainard, se unió al gobernador Christopher Waller, para indicar que la Fed está lista para comenzar a moverse en incrementos más pequeños de los tipos, al tiempo que enfatizó la “resolución” del banco central de llegar a donde sea necesario para combatir la espiral inflacionista.
Análisis técnico: los 1.800 dólares, en el punto de mira
“La recuperación ha sido impresionante, ya que ha subido alrededor de un 10% desde los mínimos de principios de mes, por lo que un movimiento correctivo no sería una sorpresa”, apunta Craig Erlam, analista de mercado sénior de OANDA.
Desde el punto de vista del análisis técnico, el oro “en estos momentos se encuentra con una resistencia en torno a los 1.780 dólares, un nivel que fue una importante zona de apoyo a principios de año y de nuevo en mayo, antes de desmoronarse finalmente a principios de julio”. “Un movimiento por encima de este nivel supondría una ruptura técnica importante”, cree Erlam.
El experto cree que “si los datos son generosos y el dólar sigue devolviendo parte de sus enormes ganancias del año pasado, hay muchas posibilidades de que el oro coja impulso a partir de aquí”.
“El metal podría volver a fortalecerse gracias a la debilidad del dólar y al bajo rendimiento de los bonos del Tesoro”, apunta Lukman Otunuga, analista de FXTM. “Un sólido repunte por encima de los 1.770 dólares podría alentar una inclinación hacia el nivel psicológico de resistencia de los 1.800 dólares”, añade.
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