Asimismo, la organización también denunció un descenso en la concesión de nuevas hipotecas como consecuencia del endurecimiento de las condiciones de préstamo por parte de las entidades bancarias, que "ponen trabas" en el acceso al crédito como el encarecimiento de los préstamos personales, y en la aplicación de prácticas "abusivas" en la contratación de hipotecas, préstamos personales y tarjetas de crédito.

A pesar de este hecho, Arzúa subrayó que "los bancos prefieren conceder hipotecas antes que un crédito personal por el respaldo que suponen las viviendas".

De este modo, UCE puso de manifiesto que frente a las 107.495 transacciones de compraventa de viviendas realizadas en el primer trimestre de 2009, las entidades bancarias concedieron un total de 198.074 hipotecas nuevas, lo que supone un diferencial del 45,73%. En el mismo periodo del 2008, esta misma diferencia era del 33,6% en favor de la concesión hipotecaria, doce puntos menos.

Del mismo modo, el número de hipotecas suscritas durante el primer trimestre de 2009 descendió en 48.018 (19,5%) en relación al mismo periodo del mes anterior, lo que supuso una reducción del capital hipotecario de 9.523.635 euros, un 26,77% menos.

En cuanto al importe de las hipotecas sobre vivienda, el desembolso medio se situó en 131.500 euros, un 9,02% menos que en el mismo periodo del año anterior (144.541 euros).

CLAUSULAS Y PRÁCTICAS "ABUSIVAS".

Según los datos ofrecidos por la organización la Tasa Anual Equivalente (TAE) aplicada a los préstamos personales era del 10,44% en marzo de 2008, mientras que el mismo mes del presente año asciende al 10,86%.

En cuanto a las prácticas "abusivas", la UCE sostuvo que existen retrasos sistemáticos a la hora de realizar revisiones a la baja de las hipotecas conforme a las evoluciones del Euribor. "Los consumidores necesitan llevar un abogado o un asesor jurídico en el bolsillo cuando van a negociar su hipoteca con su entidad", ironizó Arzúa.

Del mismo modo, otra de las quejas elevadas por la organización fueron la existencia de una cláusula "abusiva e ilegal" con el que las entidades de crédito blindan sus hipotecas mediante la imposición de "un suelo" ante la bajada de los tipos de interés de entre el 3,5% al 5%.

"Auque los tipos estén por debajo del 2%, las entidades negocian un año con unos intereses altísimos y luego ofrecen un montón de mejoras que no se pueden aplicar por la introducción de este tipo de clausulas", señaló el asesor jurídico de la organización.

Otras de las prácticas demonizadas por la UCE fueron la aplicación de un interés de demora en los pagos del del 25%, frente al 4% que estipulado por la legalidad vigente, así como la aplicación de intereses moratorios "desproporcionados superiores al 27% en la concesión de créditos personales", o el cobro de comisiones por domiciliaciones impagas de 30 euros cada una.