Era lo que echaba en falta el mercado, un nuevo impulso que ha llegado de la mano del Banco Central Europeo. Sin decir nada pero con todo dicho, Mario Draghi ha  vuelto a mencionar que está ahí como respaldo en caso de que los mercados lo necesiten, mientras la inflación todavía no llega a los niveles previstos por la entidad.

Con todo, el selectivo finaliza la sesión con subidas de más de un 1,3% que le dejan casi a las puertas de los 10.000 puntos. Revalorización que ha tenido contagio en el resto de plazas europeas –el  DAX algo más tímido – y que ha tenido a los bancos como su máxima expresión.

Tal y como ha indicado José Luis Cárpatos en su situación intradía “en realidad Draghi no ha dicho nada de especial, ha intentado nadar y guardar la ropa. Por un lado, ha dejado claro que no ve ya necesidad de tomar más medidas. Pero por otro ha dicho que si más allá de diciembre de 2017 fuera necesario extendería la QE. Y no ha dado más pistas. Ya saben que el mes que viene la QE baja de 80.000 a 60.000 millones, y se sigue así hasta diciembre, sin que se sepa si en enero seguirá o no, y de qué manera. Todo va a depender mucho de cómo le vaya a la inflación alemana, como siga subiendo la QE tiene los días contados. Una QE que a diferencia de EEUU o Japón, no ha conseguido llevar a las bolsas europeas a las nubes. Habrá que ver qué pasa cuando se quite”. 
 
Todo el mundo tiene claro que se está frenando por las elecciones francesas y holandesas especialmente, pero que en cuanto pasen, empezará a preparar a los mercados. Y creo que es importante, que si esto parece que va a pasar, nos dejemos de cuentos de Alicia en el País de las maravillas y reflexionemos cómo está ahora mismo la zona euro. La realidad es que está muy lejos de la placidez que intenta mostrar el BCE, que además es que tiene la obligación de hacerlo. Sinceramente, parece claro, que bastaría la llegada al poder en un país importante de un partido populista de los que quieren separarse de la zona euro para que se montara un buen Belén.

Lo cierto, es que a pesar de todo, el sectorial bancario sí ha conseguido repuntar. De hecho, con la excepción de IAG que ha subido un 3,9% en la sesión, han sido las acciones de los bancos los que han coronado el podio en la jornada. BBVA y Caixabank firmaron la sesión con subidas de más del 3%, con lo que mañana comenzarán a cotizar desde los 6,8810 euros y los 3,6210 euros, mientras que las acciones de Santander, Banco Popular, Sabadell, Bankia y Bankinter elevaron en algo más de un punto porcentual el precio de sus acciones. 

Apenas seis acciones en negativo. Los títulos de Acerinox de nuevo cayeron algo más de un 1,5% y marcaron en los 13.1850 euros su precio de cierre mientras que ArcelorMittal y Repsol cedieron también en torno a un punto porcentual, con lo que mañana comenzarán la sesión desde los 8,0400 euros y los 14,0750 euros, respectivamente.