Sin embargo, todavía existe el riesgo de que esta euforia acabe en lágrimas:
• No es la primera vez que EE. UU. y China nos invitan a creer que el acuerdo está cerca y posteriormente nos sorprenden con una ronda de nuevos aranceles. No se espera un acuerdo firmado antes del 16 de noviembre.
• Es cierto que Boris Johnson ha alcanzado un acuerdo con Bruselas, pero también lo hizo en su momento Theresa May, y no por ello, se solucionó la crisis actual. La clave sigue estando en el Parlamento británico donde el Primer Ministro necesita alcanzar el apoyo de la mayoría para conseguir refrendar el preacuerdo alcanzado con Europa. Esta semana podría desvelar definitivamente si damos un paso importante hacia adelante o hacia atrás.
Tras la última reunión del BCE vimos como Draghi exponía que el potencial de la política monetaria para estimular más la economía se estaba agotando. Y por ese motivo, lanzó un mensaje al gobierno alemán en el que le invitaba a contemplar el uso de políticas fiscales expansivas (más gasto público y bajada de impuestos), con el fin de fortalecer el crecimiento en Alemania. Sin embargo, las últimas noticias apuntan a que los gobernantes alemanes no están dispuestos a aumentar su tasa de endeudamiento, algo totalmente necesario si se aplica política fiscal expansiva. Mientras los datos de crecimiento siguen registrando lecturas preocupantes. Y ya todo el mundo se cuestiona si Alemania atraviesa un proceso de desaceleración económica o si está camino de entrar en recesión. Además, la imposición de aranceles por parte de EEUU a Europa por valor de 7.500 millones de dólares abre una puerta peligrosa. Si bien estas nuevas tarifas no afectan directamente a Alemania, sino que se concentran en productos agrícolas de España, Francia, Italia y Reino Unido, existe riesgo de que las contramedidas que lance Europa den pie a que EEUU retome su amenaza de nuevos aranceles contra el sector del automóvil, y en ese caso Alemania si sería uno de los países más afectados. Está claro que la situación es compleja, y sin embargo, los inversores parecen estar descontando solo las señales positivas más recientes.
La superación de la directriz bajista es una buena noticia para el DAX
Analizando la estructura técnica del DAX en un gráfico semanal, podemos observar que el índice ha conseguido superar con éxito la directriz bajista que marcaba todo el proceso correctivo desde finales de 2017. Sin lugar a duda se trata de una buena noticia que abre expectativas a subidas adicionales en el DAX.
A corto plazo todo parece indicar que el precio debería continuar con su proceso alcista hasta alcanzar la siguiente zona de resistencia fuerte en el entorno de los 13150-13530 puntos. Pero a partir de ahí, habrá que estar muy pendiente de las potenciales divergencias bajistas que se están desarrollando en los indicadores tipo oscilador (estocástico y momento).
Conclusión: a corto plazo la situación apunta a subidas adicionales en el DAX pero se aprecian riesgos en los indicadores técnicos. Aprovecharía ataques a la zona 13150-13530 para cerrar posiciones de compra en espera de retrocesos importantes. Este escenario alcista habría que mantenerlo siempre y cuando no se produzcan cierres por debajo de 11800, ya que en dicho caso la estructura del DAX comenzaría a exhibir síntomas de debilidad preocupantes de nuevo.