“A día de hoy, el mercado no refleja el valor de la acción del CF Intercity, pero son movimientos a corto plazo”, decía hace unas semanas Esaú Rojo, director de Negocios e Inversión del Intercity a Estrategias de Inversión, al analizar el ascenso a la Primera RFEF que el directivo de este club alicantino que se estrenó en el parqué del BME Growth el pasado mes de octubre no sólo aprecia en el terreno deportivo, sino también en el financiero, como un primer y decisivo paso hacia la Segunda División, el trampolín ineludible con el que dar el salto a La Liga. Para ello, el CF Intercity de Alicante, fundado en 2017, se convirtió en octubre pasado en el primer club español en salir a bolsa, impulsado por una carta de presentación deportiva encomiable: cuatro ascensos o promociones en cinco años, incluida la gesta de la pasada temporada a la antesala de Segunda División. Su presidente, Salvador Martí, ya destacó entonces que el asalto bursátil del club era una “apuesta decidida por la transparencia financiera y una catapulta para los accionistas y los aficionados hacia otra dimensión”. La maniobra elegida para alcanzar el objetivo de “crecer sin deuda”, porque “creemos que el capital en los parqués es mucho más barato que la deuda que se genera y con mucho menos riesgo inversor”, matizaba Martí para justificar la decisión.
La decisión de Intercity viene a solventar una anomalía en el fútbol español al abrir la espita del mercado de capitales, al que han acudido en las últimas décadas equipos emblemáticos como el Mánchester United inglés, el Borussia Dortmund alemán, la Juventus italiana, el Olympique de Lyon francés o el Benfica de Portugal o el Ajax de Países Bajos; una herramienta que, de lograr los retos financieros que se proponen, puede llegar a conseguir desembolsos suficiente para la construcción de un estadio o de complejos deportivos”. Ahora, España se suma con Intercity a la terna de las seis grandes federaciones de fútbol europeas con alguna presencia de club en los parqués bursátiles.
Pero, sobre todo, contribuye a afianzar la sostenibilidad financiera de La Liga con fórmulas como la del mercado de capitales, en un periodo de incertidumbres, tras la epidemia de Covid-19, en la que varios ilustres europeos sopesan también acudir a la captación de financiación de activos en bolsa. LaLiga Stock Market,
LaLiga Stock Market: los clubes suman una valoración de mercado de 10.422 millones de euros en 2022, informe de 2Playbook que pasa revista anual a las finanzas y reputación deportiva y social de los clubs que integran la Primera División española, acaba de cifrar en 9.836,3 millones de euros su tasación conjunta al término de la temporada 2021-2022. Con el Real Madrid como líder indiscutible con un valor superior a los 3.000 millones de euros, tope al que se aproxima el FC Barcelona -en concreto, 2.890,5 millones, un 5% menos que en la campaña precedente- en la que, probablemente, sea la temporada con peores datos financieros de su historia reciente. Aun así, los dos buques insignia del fútbol español suman 5.932 millones de euros, el 60,3% del valor agregado de todos los equipos de LaLiga Santander. A los que habría que añadir los 585,5 millones de los 22 equipos que integraron La Liga SmartBank de Segunda División, considerados también como profesionales y donde el valor de los derechos audiovisuales y la influencia de las audiencias en el negocio comercial resulta especialmente alto.
El top-three del ranking esté dominado por Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid, los únicos tres clubes con valoración milmillonaria. Descontados estos equipos, el precio medio de un equipo en LaLiga Santander asciende a 192,1 millones de euros. El umbral se sitúa entre los 29,1 millones del Rayo Vallecano y los 437,2 millones del Athletic Club.
Quizás para saldar este gap de ingresos, equipos como el Wolverhampton Wanderers, a través de su presidente ejecutivo, Jeff Shi, han mostrado su disposición a acudir al mercado de capitales “en los próximos dos a cinco años” por medio de Fosun Sports Group, su holding que controla las acciones del club junto a otras compañías inmersas en el negocio del deporte y la música con la idea de “impulsar las inversiones de forma exponencial”. Shi admite negociaciones con firmas e inversores individuales -“una futura Initial Public Offering (IPO) sería la mejor solución, junto a una diversificación de varios miles de accionistas por todo el mundo”- antes de declarar toda su confianza en un proyecto que “devolvería a los Wolves a la elite inglesa y europea”, aunque “todavía necesitemos dar un par de pasos más”. Pero el sueño de multiplicar la financiación del club para modernizar instalaciones, acceder a nuevos objetivos deportivos e impulsar la imagen corporativa del club, con una enseña de mayor poder empresarial y comercial, “nos hace pensar que este tránsito es prioritario si queremos que el equipo refuerce su capacidad y habilidad para competir a largo plazo”.
En una situación parecida de debate se encuentra el Brujas belga que ultima lanzar una IPO, en estado avanzado de gestación, que sería la primera salida a bolsa de un equipo de la competición de este país. En concreto, en la Euronext Brussels Exchange, bajo la denominación Grizzly Sport, el vehículo que acogerá las acciones que los máximos propietarios del club, Bart Verhaeghe, Vincent Mannaert, Jan Boone y Peter Vanhecke están colocando y ampliando para realizar esta transacción mercantil y su transición hacia el libre mercado. Los cuatro poseen el 93.34% del holding, que incluye una ampliación de capital y la puesta en venta de nuevos activos. “Es una reorganización comercial en toda regla”, aclaraba el club en un reciente comunicado en la que los inversores “podrán tomar posiciones para abordar con garantías el escenario post-Covid, en el que hemos situado en el horizonte la remodelación del estadio, la apertura de más y nuevas instalaciones deportivas y, sobre todo, la consecución de triunfos deportivos de mayor prestigio”. Sus dirigentes hablan de una “gran demanda de compra de acciones” y de una buena acogida por parte de los analistas del mercado. El Brujas se fundó en 1891 y tiene en sus vitrinas 16 títulos nacionales. Berenberg, Credit Suisse y JP Morgan serán las firmas que coordinen todas las exigencias globales de la salida a bolsa junto a Belfius Bank.
Rojo, el directivo de Intercity, incide en que el paso a Primera RFEF nos fortalece como empresa, refuerza la confianza del inversor y “nos marca una nueva ilusión de generar otro ascenso hasta llegar al break even, que es el punto en el que nuestro modelo de negocio tocaría esa parte mayor rentabilidad para el inversor”. Momento que, en principio, barajábamos en cinco años por la complejidad que rodea al fútbol y porque “nuestra función como gestores es intentar disminuir ese riesgo lo máximo posible, y la forma de hacerlo es construyendo el mejor equipo o intentado firmar a jugadores, técnicos y analistas que nos conduzcan a nuestros objetivos”. Pero siempre hay un riesgo y “no nos vamos a desviar de nuestra estrategia de invertir y apostar por tener el mejor presupuesto, la mejor estructura, ir creciendo como compañía y darle todos los recursos posibles al primer equipo para estimular las posibilidades de ascenso”.
El director de Negocios e Inversión del Intercity recuerda las tres ramas de actuación preferencial dentro de su táctica empresarial: en primer término, consolidar nuestro modelo de ampliación de capital, que es pionero porque somos los primeros como cotizar como entidad deportiva; en segundo lugar, intentar invertir en infraestructuras, ya que el club necesita una ciudad deportiva que poco a poco irá llegando pero hay que dar el paso para tener esa ciudad deportiva lo antes posible, de ahí que estemos trabajando en ello y buscando la inversión necesaria para que ese proyecto tenga viabilidad y rentabilidad para nuestros inversores; y finalmente, el incremento de las secciones, ya que somos un club bastante joven y, aunque estamos haciendo las cosas bien tal y como respaldan nuestros resultados, al ser tan joven necesitamos una pieza clave que es la masa social. Y, en este sentido, aplicar transparencia y trasladar confianza al inversor; sobre todo, a nivel local, en Alicante.
A su juicio, “el hecho de cotizar otorga a una empresa, y sobre todo de fútbol con la historia de escándalos que han tenido algunas, una imagen de seriedad, transparencia y confianza en la que el inversor y aficionado se siente a gusto”.