El tono dovish mantenido por Janet Yellen, que se ha venido mostrando cauta respecto a futuras subidas de los tipos de interés pro parte de la entidad que ella preside, la Reserva Federal, ha logrado estabilizar, a juicio de Chris Iggo, el pulso de los países emergentes.

En ese sentido, la recuperación del precio de las materias primas, unido a una cierta mejora de los indicadores de actividad económica en Estados Unidos hacen que desde AXA consideren que la situación de incertidumbre vivida a comienzos de año en los mercados globales sea ya cosa del pasado. Esta recuperación se materializa, según Iggo, en el aumento del saldo vivo de crédito, que registra un notable aumento en el primer trimestre del año.

Según el director de inversiones de renta fija de AXA IM, las opciones más apetecibles para inversor dentro de este sector son los bonos high yield y los bonos vinculados a la inflación. Los primeros ganan un mayor atractivo en escenarios como el actual, con políticas monetarias no convencionales que han aplanado notablemente la curva de tipos y que, por añadido, han erosionado la rentabilidad de los títulos de deuda pública.

En este sentido, Iggo señala que los bancos centrales disponen de cada vez menor munición, motivo por el que el helicóptero monetario cobra fuerza en los debates  académicos. A este respecto cabe señalar la fuerte apreciación del yen, que se revaloriza un 10% respecto al dólar en lo que va de año, algo que anticipa posibles nuevos movimientos por parte del Banco de Japón para hacer frente a la pérdida de competitividad sufrida en los últimos meses.

Los segundos resultan interesantes a la hora de guardarse ante un posible repunte de la inflación en los próximos meses.  

Respecto al comportamiento de los rendimientos de los bonos de los diferentes Estados, Iggo, señala que, si las previsiones de crecimiento e inflación disminuyen, los rendimientos de los bonos a largo plazo harán lo propio y sufrirán un descenso. Por su parte, unas previsiones de inflación y crecimiento más elevadas podrían elevar los rendimientos de los bonos y generar una contribución negativa en los retornos.