En marzo de ese año, la empresa española compró el 25,1% de Hochtief sin que nadie se atreviese a presagiar qué es lo que estaba a punto de pasar en el mundo. Desde luego nadie esperaba ni una crisis del sistema financiero ni la explosión de la burbuja inmobiliaria en España y en otros países como Estados Unidos, el país en el que se larvaron las subprime.

Desde ese momento ACS ha hecho todo lo que se esperaba de una constructora doméstica; reducir el peso de su negocio en su propio país y seguir expandiéndose. Tanto, que en la actualidad España solo genera el 5% de las ventas del grupo. La mayor parte de sus ingresos procede de Estados Unidos y por eso ahora tiene a media comunidad financiera con los ojos puestos en las posibilidades de la que ya se ha convertido en la mayor constructora del mundo encima. Los 500.000 millones de dólares que el próximo presidente Donald Trump tiene previsto invertir en infraestructuras suenan a posibilidades de crecimiento no soñadas hasta hace poco tiempo.


Desde que entró por primera vez en el capital de Hochtief en 2007, la compañía que más se ha beneficiado no ha sido la matriz, sino la propia filial alemana. En bolsa, ACS cae un 35,54, mientras que su unidad sube más de un 75%. Y esto sin tener en cuenta los dividendos. Incluyendo la retribución, la compañía germana habría subido más de un 115% en este tiempo.

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En lo que va de año, por otro lado, ACS sube apenas un 3%, mientras que Hochtief se aprecia casi un 50%. Claro, en esta evolución ha tenido mucho que ver los intentos de la propia empresa de Florentino Pérez de lanzar una OPA por el control del 100% de su filial (frente a los dos tercios que posee en estos momentos).  

Hochtief vio muy impulsada su cotización después iniciar la recompra del 10% de su autocartera. Si se hubiera terminando por llevar a cabo esa operación, ACS hubiera terminado con el control de algo más del 75% del capital, con lo que hubiera podido lanzar esa oferta de compra, que parece que lleva resistiéndose ya seis años. En 2010 ya intentó hacerse con el control total de su filial.

Estos movimientos han hecho que Hochtief sea una de las empresas que mejor se comporten en bolsa en Europa dentro del sector. Sin embargo, eso sí, es una de las que menos potencial tiene en bolsa. Según los datos de Facset, a los niveles actuales de cotización, su precio objetivo está marcando caídas de más de un 16% desde los niveles actuales.  Quizá por eso, los expertos apuestan por infraponderar sus acciones.

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No ocurre lo mismo con ACS,  a la que el consenso apuesta por comprar. En concreto, alrededor de un 90% recomienda comprar sus títulos y el resto opta por mantenerlos.  Su potencial es, además, de más de un 15% desde los niveles actuales.

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Por otro lado, los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión han cambiado. El valor ha pasado de fase de consolidación a alcista, al  recibir una puntuación de 7,5 en una escala que va del cero al diez.

ACS