Abengoa remitió a la CNMV la confirmación del acuerdo de reestructuración con los acreedores. En total se inyectarán 1.169 millones de euros en tres tramos (incluyendo importes refinanciados de los préstamos de septiembre y diciembre) y las entidades acreedoras tendrán derecho a recibir un 5% de las acciones de la compañía tras la reestructuración. La deuda financiera tendrá una quita del 97%
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La empresa andaluza reconoció haber recibido cartas de compromiso por parte de determinados inversores para el otorgamiento del dinero nuevo (New Money Financing Committment Letters) que en su conjunto, exceden las necesidades de dinero nuevo previstas en el plan de viabilidad.
El grupo de inversores incluye a Abrams Capital, The Baupost Group, Canyon Capital Advisors, Centerbridge Partners, the D. E. Shaw group, Elliott Management, Hayfin Capital Management, KKR Credit, Oaktree Capital Management y Värde.
Igualmente, se recibió una carta de compromiso (New Bonding Facility Committment Letter) suscrita por un grupo de Entidades de Crédito para asegurar la disponibilidad de las líneas de avales previstas en el plan de viabilidad. Las Entidades de Crédito incluyen a Banco Popular, Banco Santander, Bankia, CACIB y CaixaBank. Dicho acuerdo está sujeto a una serie de condiciones que incluyen, entre otras, la firma por las partes del acuerdo de reestructuración financiera y que éste alcance el porcentaje de adhesiones de los acreedores requerido por ley.
Con todo este contexto, si nos centramos en la situación de las acciones de Abengoa en los mercados, lo que observamos es que se actualmente se sigue encontrando, pese a todo, en fase bajista, según indican nuestros filtros técnicos. La compañía no levanta cabeza, que recibe una puntuación de dos puntos en una escala que se mueve entre el cero y los diez puntos.
Pero aún se puede ir más allá, puesto que solamente uno del conjunto de los indicadores se encuentra en positivo. La tendencia a medio plazo es alcista, es la nota de optimismo, pero la tendencia de largo plazo permanece bajista. Tanto el momento total lento como el momento total rápido se encuentran en negativo, la volatilidad para el activo es decreciente en el tiempo y, por último, el volumen de contratación es decreciente en todos los marcos temporales.