Los intentos de Telefonica por reducir su deuda no están dando los frutos esperados. Esta semana Moody´s ha puesto en cuarentena la deuda del sector de telecomunicaciones presentes en Latinoamérica, lo que automáticamente ha puesto el foco en la operadora española con más de la mitad de su Ebitda procedente de la región.  Tal y como explicaba la agencia de  calificación crediticia “la mayor necesidad de realizar inversiones debilitará la generación de caja de estas operadoras”.  Una advertencia que los títulos de Telefónica ya vienen recogiendo desde hace meses.  

De hecho, el problema de Telefónica va más allá de su presencia en el continente americano. En los dos años que lleva José María Álvarez Pallete al frente de la operadora ha tenido que hacer frente a contratiempos como el bloqueo de la británica O2, la suspensión de la salida a bolsa de Telxius  y la reducción de la cuantía del dividendo todo ello para tratar de reducir una deuda que, a cierre de marzo, contabilizaba 43.975 millones de euros (tras reducirla en cerca de un 10%).

Un pasivo que además tiene que combinare con las inversiones que tienen que realizar las compañías para adaptarse a la tecnología 5G justo en un momento en que los ingresos por servicios tradicionales, como voz por fijo y móvil, caen por encima del 5% al año.   Esta adaptación, según fuentes del mercado, va a suponer un cambio con respecto al pasado  donde la creación de valor debería provenir, sin duda, de la creación de contenidos. Esto tiene una segunda derivada: habrá fusiones en el sector.  Y aquí es donde la operadora parece tener las de ganar.

A pesar de que la compañía se deja un 2,8% en el año, lo cierto es que la mayoría de analistas creen que puede remontar en bolsa si, tal y como hizo durante el primer  trimestre, consigue acelerar su desapalancamiento y maximización de la caja.  De hecho, puede ser uno de los jugadores europeos en la transición a tecnologías como el 5G y el potencial baile de fusiones entre operadoras.

Eso sí, la cotización en algún momento tendrá que reflejar este potencial. De los 35 analistas que cubren actualmente el valor, menos de la mitad optan por comprar frente a los 14 que creen que hay que “mantener” la acción o los 4 que son “vendedores” de la operadora en  bolsa. El precio objetivo medio se sitúa en los 9,74 euros, lo supone un potencial del 23% sobre el precio de cierre de ayer.

A más corto plazo, la caída que experimenta el valor desde finales del mes de abril – cuando cotizaba por encima de los 8,4 euros – ha deteriorado su aspecto técnico en bolsa. A corto plazo, “el valor se ha girado a la baja a la altura de su media móvil de largo plazo o de 200 sesiones , movimiento que obliga a poner bajo amenaza soportes de medio plazo cuya perforación a cierre semanal habilitaría a la cotización a atacar el soporte que mantiene en los 7,783-7,722”, reconoce José Antonio González, analista de Estrategias de inversión. (Ver: Análisis técnico de Teléfonica)

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Los indicadores técnicos del valor le fijan una puntuación de 1 sobre 10, de las más  bajas del selectivo, con una tendencia bajista en el medio y largo plazo, momento negativo y volatilidad como único factor que puede animar a ver subidas en el valor en el medio y largo plazo.