Por el lado positivo, se han flexibilizado las condiciones de la reestructuración. Tendrán cinco años para cerrar todo el proceso, algo importante para el manejo de las participaciones industriales. Deja algo más de tiempo para manejar estos plazos. Participaciones relevantes son Indra, Mecalux, Deoleo, NH Hoteles o Iberdrola y quizás el perdedor sería Mapfre, en la que Bankia tiene un 15%.
Otro punto positivo son las condiciones de financiación del rescate. De Guindos comentó que el coste de financiación del rescate estaría por debajo del 1.5%, teniendo en cuenta que el BCE tiene los tipos en el 0.75%, parece que las condiciones son muy buenas para el estado español
El estado se ha comprometido a vender CatalunyaCaixa como NovacaixaGalicia antes de que finalice el proceso de reestructuración, lo que podríamos ver en 2013.
En la SAREB es un punto igual de relevante que el rescate. En conjunto, será positivo el traspaso de esos activos a pesar del descuento por tres razones. Porque no generará necesidades adicionales de capital, porque el descuento está algo por debajo de las provisiones que exige el Real Decreto, el hecho de que reduzca el balance reduce el denominador con el que se calcula el ratio de capital, con lo que no genera necesidades adicionales.
El traspaso de estos activos los hace más rentables de lo que son a día de hoy. Además de un plumazo reducen el ratio de crédito/depósito mejorando la liquidez “porque al final quitas parte de la cartera crediticia cuando tus depósitos siguen iguales”.
Las medidas impactan a las entidades más domésticas. Si me centro en Popular, Sabadell y Bankinter la que recomendamos comprar desde que anunció al ampliación es Popular. Es una cuestión de valoración a pesar de que la ampliación destruye valor – diluyes al accionista para mejorar la situación del grupo- pero pensamos que todo tiene un precio y esto unido a la incertidumbre que había al principio de la operación por el miedo, lo ha dejado a precios que consideramos muy atractivos frente a Sabadell o el propio Bankinter. A partir de ahora, el objetivo son los 0.71 euros por acción –todavía tiene cierto potencial – y para el que ha participado en la ampliación no hay prisa por salirse pero para quien se haya perdido el rally, esperaríamos momentos de debilidad para volver a entrar en el valor.