José Luis Cava, analista independiente descarta que la penalización que experimentó el oro en esos días de septiembre se deba a factores fundamentales. “Creo que el que está detrás de estas operaciones son los bancos de lingotes. El precio del oro y de la plata están manipulados por estos bancos de lingotes”.

El  gráfico del oro muestra que la zona de 1830 dólares es una resistencia significativa y “cada vez que el oro llega a ese nivel, los bancos de lingotes venden”. Pero ¿qué son realmente los bancos de lingotes? En el mercado del oro existen  dos grandes centros: Londres y Nueva York. “Aunque el más grande es el de Londres, es entre 6-8x el mercado de Nueva York, la información es poco transparente. Por tanto, aunque el mercado de Nueva York es más pequeño, la información es más fiable y por tanto podemos tratar de inferir lo que está pasando allí a todo el mercado en su conjunto”.

Los bancos de lingotes tienen ahora un problema con la entrada en vigor del acuerdo III  de Basilea, que les exige cumplir con los coeficientes de liquidez que harían inviable mantene sus actuales niveles de tesorería. “Por lo tanto, lo más probable es que cierren esas mesas”. El acuerdo ha entrado en vigor en Europa este  verano pero en Reino  Unido, donde residen estos bancos de lingotes,  el gobierno ha pedido aplazarlo hasta el 1 de enero de 2022 para darles a estos bancos la oportunidad de salir del problema que tienen con el menor daño económico posible”.

Actualmente los bancos de lingotes tienen una posición corta en el mercado del  oro y la plata y tienen que cancelarlos. Cada vez que el oro y la plata suben, ellos compran. “Y así deberían ir reduciendo sus posiciones cortas. Sin embargo, están desesperados porque no consiguen reducir las posiciones cortas”.

Según datos del COMEX, el 7 de septiembre los swaps tenían 183.000 contratos de posiciones cortas sobre el oro. En las posiciones largas estaban los gestores de fondos (con menos posiciones largas que el resto de inversores)  y otros inversores. “Todo el mundo está comprando oro. Ese día los gestores de fondos cancelaron largos por 7000 contratos,  vendieron y además abrieron posiciones cortas: vendieron 14.000 contratos.  ¿Y quién compró? De esos 14000 contratos, 4000 los compraron los bancos de lingotes y el restante lo compraron el resto de inversores.

“Los bancos de lingotes querían que, aquellos que tenían ETF de oro, vendieran pero la jugada no les salió bien. Provocaron una fuerte caída del oro pero la gente no se echó para atrás  y compraron. Los gestores de fondos están desesperados porque no consiguen reducir las posiciones cortas netas en oro y, hasta enero, intentarán frenar cada subida del oro para intentar provocar una capitulación y así deshacer sus posiciones cortas”.

A nivel técnico, la superación de los 1830 dólares será un aviso de que el oro podría iniciar una tendencia alcista y para los más arriesgados “cada  vez que haya un latigazo fuerte , se pueden hacer pequeñas compras que, cuando llegue el 1 de enero, veamos la verdadera tendencia en el oro”.