En el escenario actual en el que predomina el sentimiento de orfandad para el inversor conservador, los expertos coinciden en señalar que hay posibilidades de hacer un diseño de cartera eficiente. En general en el momento actual “hay que dar un pasito para atrás en el riesgo de cara a lo que queda de año y mantener una cartera de corte más defensivo”, señala Patricia Justo teniendo en cuenta la volatilidad que estamos empezando a ver en el mercado. La también directora de selección de fondos de A&G considera que esta debe ser una precaución general para todos los perfiles.

El argumento es compartido desde Amiral Gestion por Francisco Rodriguez quien se basa en el PER de Shiller con el que trabaja el fondo mixto de su entidad y que a dia de hoy determina que la exposición a renta variable global tiene que estar infraponderada a la media histórica. Por tanto, “nuestro Asset Allocation óptimo es un 30% de renta variable global y un 15-20% de renta fija también global, pero bajo un criterio muy selectivo y flexible”, asegura el ejecutivo de Amiral quien añade que en los últimos 24 meses han ampliado su porcentaje destinado a liquidez en la cartera. “Siempre activa pero también para poder estar preparado ante nuevas oportunidades que se presenten en el futuro”.

Y es que la liquidez debe ser tomada como un activo en sí mismo. Una estrategia, ya que no necesariamente el tener parte de las carteras en liquidez implica que el gestor no esté tomando decisiones activas, sino todo lo contrario.

Más allá de la liquidez, hay bonos muy selectivos que todavía ofrecen algo de rentabilidad al cliente sin asumir demasiado riesgo. Es decir, de entidades que tengan los balances muy saneados, que no estén apalancadas, que tengan flujos de caja positivos y que todavía estén pagando cierta rentabilidad.

“De forma muy selectiva pero todavía sigue habiendo algo”, asegura Justo que por área geográfica ensalza el bono español que ofrece rendimientos atractivos para el cliente conservador, aunque no llegue a los niveles que mantenía antiguamente.

En este sentido, el equipo de Amiral asegura detectar oportunidades en nichos de mercados dónde por cuestiones otros no pueden. Es el caso de los segmentos de crédito de compañías que, por ejemplo, han emitido por primera vez y que no gozan de nota de crédito. “Esto no lo hace más arriesgado sino que como hay más ineficiencia se puede rascar más valor”, aclara el experto de Amiral Gestion.

Respecto al principal riesgo existente en la labor de selección de bonos en la actualidad, los expertos coinciden en señalar las duraciones largas, para lo que una opción es la aplicación de plazos por debajo de los dos años con binomios rentabilidad/riesgo muy seleccionados, para no tener la exposición a los movimientos de tipos de interés.

Para aquellos clientes que pueden asumir un nivel de riesgo algo superior, la selectora de A&G encuentra valor en los CoCos. “En la deuda subordinada financiera la prima que se paga es atractiva. Si se seleccionan emisores con balances sólidos pensamos que la Tier que ofrecen merece la pena”.

Renta variable

El horizonte temporal también puede suponer un problema a la hora de invertir en renta variable, fundamentalmente si es de 12-18 meses, por lo que es conveniente ampliarlo.

Rodríguez apuesta también por la diversificación geográfica. En particular las compañías asiáticas cotizadas lo que ha llevado a su casa a abrir en Singapur una oficina. Según su argumento las empresas de este continente  ofrecen oportunidades nunca antes vistas, como por ejemplo entidades que cotizan solo el nivel de caja.

Muy relevante también, más allá de la valoración, es prestar atención no solo al sector al que pertenecen las empresas, sino también si pertenecen a determinada temática global, ya que ante momentos de volatilidad las situaciones se correlacionan.

“Se ha visto claramente con las últimas noticias sobre Huawei, donde vemos que hay compañías que no pertenecen directamente al mismo sector pero sí se ven afectadas porque el tema o la tendencia es común”, señala Patricia Justo.

La posibilidad de invertir en volatilidad parece quedar relegada a situaciones muy oportunísticas dónde se pueden observar ventanas de entrada, pero para ambos expertos se trata de un activo muy caro, complicado de gestionar y mantener, por lo que no son partidarios de construir carteras con la volatilidad como activo estructural.

El peligro de las expectativas

Otro factor a tener en cuenta en la situación actual son las expectativas del inversor, ya que aunque hay valor las rentabilidades son menores que las que se encontraban hace unos años.

“Si hace tiempo tenías un universo de inversión diverso y nutrido ahora es más reducido. En la medida en la cual no quieras sacrificar el binomio rentabilidad/riesgo tendrás que irte a liquidez”, explica D´Achile. Por su parte, la selectora de A&G es categórica al respecto: “el mayor reto al que nos enfrentamos es que el inversor conservador sea consciente cuál es la rentabilidad real a la que puede optar.”.

En definitiva, para el inversor conservador hay oportunidades y oferta, pero lo que no hay son rentabilidades del 4% sin riesgo.

Opciones para el medio y largo plazo

Cuando se habla de fondos que consigan cubrir las expectativas de largo plazo, la experta de A&G habla delSextant Autour du Monde, fondo de renta variable global de Amiral que tiene exposición a renta variable emergente de Asia “con unas expectativas de rentabilidad de las más atractivas”. Es importante incidir en el momento temporal, dice Rodriguez D´Achille, y en que es un producto para el largo plazo. Para los inversores que quieran acortar el plazo de la inversión, “el Sextant Bond Picking es un fondo de renta fija, que cuenta con duraciones no superiores a los dos años, invierte sin límites geográficos o sectoriales y, a día de hoy, ofrece la posibilidad de ser flexibles y muy selectivos”, concluye.