Se empiezan a publicar datos preliminares de seguridad de las vacunas contra los umbrales regulatorios prestablecidos que nos reconfortan, pendientes de analizar si los datos definitivos de eficacia y estabilidad real de la inmunidad para su aprobación regulatoria son suficientes. Será de suma importancia afinar la logística de administración, y sobre todo generar la voluntad poblacional de administrarse la vacuna, cuyo proceso educacional intuyo clave.

La intensidad de investigación y el ágil acompañamiento regulatorio y de fabricación a riesgo de las compañías, ha demostrado que la biotecnología tiene una clara capacidad innovadora y de adaptación. No obstante, la pandemia ha vuelto a poner de relieve algunas carencias a nivel nacional, donde debemos intensificar la orientación hacia modelos productivos con incrementos de inversión de I+D+i sobre PIB, y a su vez mejorando los ecosistemas de investigación y de generación de tejido empresarial tecnológico, que todavía hoy son subóptimos en relación a otros países de nuestro entorno.

2020 está siendo un año de crecimiento orgánico muy significativo para Pangaea en todas sus líneas de negocio centradas en oncología de precisión, tanto la división asistencial como la de servicios a empresas farmacéuticas. Pero en esta situación de pandemia, también hemos querido aportar nuestro grano de arena para contribuir a su erradicación vía la adaptación de nuestro modelo en cuatro áreas diferenciadas contra COVID19.

En primer lugar, incrementamos de manera significativa nuestra capacidad de diagnóstico para incorporar las principales técnicas de detección (PCR, ELISA, y test rápidos de anticuerpos y antígenos), derivando entre otros en la participación como laboratorio central de diagnóstico del programa de CEOE Aragón “Volvemos al trabajo con Salud”, donde más de 250 empresas han participado en el programa. Por otro, nuestra filial asistencial -el Instituto Oncológico Dr. Rosell- que tiene como uno de los focos principales la unidad de ensayos clínicos en oncología, inició su actividad en ensayos en COVID19. En tercer lugar, y basado en el conocimiento de los fármacos oncológicos de nuestros clientes, ampliamos nuestros servicios de pre-clínica para generar modelos de aplicación de los fármacos de nuestros clientes contra el virus. Por último, y de nuevo generado por nuestra propia capacidad inventiva en modelos de predicción genética (entre los que destacan nuestro posicionamiento en biopsia líquida y secuenciación masiva), iniciamos proyectos cuyo objetivo primordial es estratificar pacientes con COVID en función de la agresividad de su enfermedad y su perfil genético, para entender mejor su aproximación clínica.

Nuestro modelo de oncología de precisión, y las iniciativas llevadas a cabo contra el COVID19, resume la importancia de la medicina personalizada y de precisión, área en la que nos movemos. La sinergia evidente entre el entendimiento de la enfermedad, la información genómica, y la correlación clínica derivará en mejores aproximaciones terapéuticas. Mientras las vacunas resuelven la pandemia, el impacto derivado de la misma obligará a un seguimiento clínico de suma importancia, y generará datos que nos permitirán estratificar y entender mejor la historia natural de la enfermedad y su tratamiento. Por ello uno de los pilares fundamentales de Pangaea a futuro se basará en la importancia de dirigir el modelo de negocio hacia modelos de correlación: la relevancia del dato (big data), las metodologías de aprendizaje automático (machine learning), y aprendizaje profundo (deep learning), de cara a cuantificar, evaluar, y predecir diferentes parámetros en oncología y otras áreas terapéuticas. En esta pandemia, ha quedado patente la debilidad del dato. De cara al futuro, se debería trabajar en una dirección coordinada, en la que todas las instituciones viertan de forma coherente, los datos, desde sus respectivas fuentes (data lakes); pero respetando la coherencia de la metodología.