¿Cree que, tras las recientes caídas, estamos ante un cambio de ciclo o una corrección puntual?
A mi modo de ver, no estamos ante un cambio de ciclo, sino ante simples correcciones dentro de una tendencia claramente alcista. Las bolsas, especialmente en Estados Unidos, se encuentran en máximos históricos impulsadas fundamentalmente por las llamadas siete magníficas, lideradas por el auge de la inteligencia artificial. Estas compañías han alcanzado valoraciones muy exigentes, con PER muy elevados.
Por eso, ante cualquier mínima duda —ya sea sobre una posible burbuja en la inteligencia artificial, sobre la evolución de los tipos de interés o sobre tensiones geopolíticas como el conflicto entre Rusia y Ucrania—, estos valores son los primeros en ser penalizados. Además, al tener un peso tan importante en los índices, empujan al mercado en su conjunto a la baja.
Sin embargo, el telón de fondo sigue siendo claramente positivo. De hecho, considero que estas correcciones pueden dar paso a un incipiente rally de Navidad a partir de la próxima semana.
¿Qué sectores considera mejor posicionados para los próximos meses, teniendo en cuenta la situación económica global y la evolución de los tipos de interés?
Veo varias opciones atractivas. En primer lugar, el sector sanitario, que cuenta con indicadores de calidad muy elevados. Muchas de estas compañías han mostrado un fuerte crecimiento de beneficios y buenas valoraciones a lo largo de los últimos 20 años. Además, la inteligencia artificial puede convertirse en un catalizador de crecimiento muy relevante para este sector.
También destacaría la renta variable orientada a rentas, es decir, compañías con alto dividendo. En un entorno de bajos tipos de interés, este tipo de empresas puede comportarse especialmente bien.
Otro grupo interesante es el de la renta variable defensiva: valores considerados “aburridos”, con poca volatilidad, pero que en un contexto de gran incertidumbre pueden ofrecer estabilidad y buenas oportunidades.
Por último, veo potencial en empresas auxiliares, proveedores logísticos, fabricantes de productos electrónicos y bienes de consumo con fuerte presencia manufacturera en Estados Unidos. Creo que estos sectores pueden hacerlo bien en los próximos meses y no deberían sufrir grandes caídas salvo que surjan noticias muy relevantes.
La tecnología y la inteligencia artificial se encuentran en una encrucijada entre los altos beneficios obtenidos y las dudas sobre su valoración. ¿Existen riesgos de mayores caídas en gigantes como Nvidia, Microsoft o similares? ¿Qué efecto puede tener en el mercado?
El riesgo existe, sobre todo si en algún momento se llega a la conclusión de que la inteligencia artificial está en una burbuja. También está por ver si los chips tienen el periodo de obsolescencia que ahora mismo descuenta el mercado o si, como opina Michael Burry, es mucho más corto.
Si finalmente se confirma un escenario negativo en torno a la inteligencia artificial, podríamos ver caídas muy significativas en este sector. Dada la enorme ponderación de compañías como Nvidia, Meta o Alphabet en la bolsa estadounidense, esto podría empujar con fuerza a los índices a la baja y arrastrar a muchos otros sectores que dependen de ellas.
No obstante, a día de hoy no creo que estemos en ese escenario. Es cierto que cotizan con PER elevados, pero también hablamos de auténticas máquinas de generar beneficios. Nvidia, por ejemplo, maneja márgenes cercanos al 80%.
Aunque pierda parte de su posición de dominio, si el mercado se duplica o triplica, la compañía seguirá ganando muchísimo dinero. Tal vez deje de ser una máquina de crecimiento para convertirse en una máquina de valor, pero seguirá siendo muy rentable. Por eso, no veo un escenario catastrofista a corto plazo.
Con la creciente tensión geopolítica (Oriente Medio, Asia, elecciones en EE. UU. y Europa), ¿qué riesgos concretos ve para los mercados y cómo deberían posicionarse los inversores?
El riesgo de las elecciones en Estados Unidos es claro, sobre todo por la figura de Donald Trump, que nunca deja de sorprender. Para movilizar a su electorado o ganar peso frente a los demócratas, podría tomar alguna medida inesperada contra el mercado, generando volatilidad. Esto es algo que, probablemente, sí veremos.
En cuanto al conflicto entre Rusia y Ucrania, la situación es compleja. Ucrania no quiere ceder territorio y Europa respalda esa postura, pero la realidad es que Rusia ha ganado mucho terreno y no está dispuesta a renunciar a él. Incluso podría intentar ampliar su control. Por tanto, esta incertidumbre no se resolverá a corto plazo, aunque el mercado intente descontar una solución rápida.
A todo esto se suman las tensiones geopolíticas habituales que pueden surgir en un mercado claramente alcista. Si la inteligencia artificial entra en una fase de burbuja o se producen riesgos estratégicos importantes, veremos episodios de volatilidad. No obstante, considero que gran parte de estos riesgos ya están descontados.
Además, las bajadas de tipos de interés en Estados Unidos previstas para el próximo año pueden actuar como combustible adicional para que las bolsas sigan teniendo recorrido durante todo 2026.

