La necesidad de dar respuesta a inversores cada vez más sofisticados y exigentes, especialmente en Banca Privada y Banca Personal, tuvo como consecuencia la adopción de un modelo de arquitectura abierta, según el cual las entidades comercializan fondos de terceros, bien directamente o formando parte de sus propios productos. Este tipo de inversión tiene la ventaja de poder contar con los mejores especialistas en áreas geográficas o tipos de activos determinados sin necesidad de que las entidades creen sus propios equipos especializados, aunque, como contrapartida, supone un incremento en los costes por comisiones. Es un modelo que comenzó ya a ser utilizado por los bancos suizos a finales de los 70, aunque la selección sistemática de estrategias externas aplicada a clientes de alto valor añadido se atribuye a Gilbert de Botton, fundador de GAM en 1983. En Francia el concepto lo introdujo Banque de Louvre en 1988, siendo finalmente reivindicado por los asesores financieros independientes británicos, obligados por normativa a ofrecer ‘el mejor asesoramiento’.Los bancos suizos hubieron de seguir la tendencia y adoptar el modelo, pero el punto de inflexión en Europa tuvo lugar en 2001 en el mercado alemán cuando un estudio de Commerzbank reveló que el 50 por ciento de clientes ya adquiría fondos de otras entidades.En España comienza a hacerse patente esta tendencia a finales de 2004, año en que se aprecia un aumento patrimonial global de un 94 por ciento en IICs Extranjeras registradas a la venta, con respecto al año anterior. Una tendencia mantenida en 2005 y, en menor medida, en 2006.El auge alcanzado por la inversión de Retorno Absoluto, la Renta Variable y los fondos conocidos como Monetarios Dinámicos, son los impulsores de la inclusión de fondos de terceros que pasan por una etapa de fuerte crecimiento entre 2004 y 2006.La tendencia se invirtió durante 2007. La crisis crediticia comenzada durante el verano pasado dio lugar a un escenario en el que los límites de tolerancia al riesgo disminuyen drásticamente y la inversión se retrae a productos propios y más conservadores, en perjuicio de los fondos de terceros. La oferta de depósitos generada por las entidades es otro factor que influye en la evolución negativa del patrimonio global gestionado en España y, en cierta medida también en el de la IICs extranjeras. Comienza la era de los garantizados.Vemos pues cómo el apetito por el riesgo y la obtención de altos retornos generó la necesidad de inclusión de productos de terceros en las carteras, incrementado el patrimonio de fondos extranjeros que, igualmente, disminuye al mismo ritmo que los niveles de riesgo aceptables para los inversores.En el caso de BBVA la creación de Quality Funds fue uno de los impulsores de la aplicación del modelo de arquitectura abierta. Aunque constituida en 2001, la entidad alcanzó su punto de ignición en los inicios del periodo considerado en este informe.El grupo lanza en 2004 una gama de fondos que, bajo la denominación de GARANTIZADOS OPTIMOS, tienen como subyacente fondos internacionales de terceros, que pasan a formar parte del catálogo de Banca Privada y Banca Personal y de las carteras discrecionales para clientes de alto valor añadido.Durante 2005 la entidad pone en el mercado un Monetario Dinámico que llegó a captar hasta 3.000 millones de Euros durante el año 2006. Otro fondo que tuvo una gran acogida entre los inversores fue el BBVA Gestión Dinámica que llegó a acumular entradas por valor de 100 millones de Euros.Un ejemplo de gestora extranjera con alto crecimiento es BNP PARIBAS. La entidad consiguió importantes mandatos de gestión de carteras de fondos para clientes institucionales, con una presencia significativa en fondos de fondos españoles, además de una importante presencia en distribuidores hasta entonces inactivos, como es el caso de algunas cajas de ahorro.Pero su crecimiento en los años de subida tuvo su contrapartida al invertirse la tendencia en 2007 con un retroceso superior al de la industria.El crecimiento más moderado de UBS responde a una estrategia de menor riesgo pero con beneficios más sostenidos que supuso también menores descensos patrimoniales durante 2007. Los hechos muestran un fuerte componente emocional en las decisiones de inversión que generan importantes flujos de inversión de un extremo a otro del espectro de riesgo dependiendo del momento del ciclo en que se encuentre el mercado. La tendencia iniciada en 2007 continuará en tanto en cuanto los tipos de interés sin riesgo y la escasez de liquidez continúen. Los inversores continuarán buscando productos que les ofrezcan un refugio, aún cuando los más exigentes y osados están canalizando su inversión a los productos que mejor se han comportando en las circunstancias actuales, dando rentabilidades positivas, tales como fondos de materias primas o fondos de retorno absoluto invertidos en renta fija.Paula MercadoDirectora de Análisis
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