¿Cómo valora la quiebra de Silicon Valley Bank y la reacción de la Reserva Federal?

Con la gravedad que todo esto conlleva, porque es bastante sintomático como los acontecimientos han virado de una manera tan brusca en apenas unos días. Hasta ahora la preocupación que arrastrábamos era un ligero viento de cara en relación a cómo se movían las tasas de interés en inflación y de repente nos hemos encontrado una crisis financiera bancaria abierta, que nos recuerda a los miedos y temores de lo que pasó en el año 2008, incluso las preguntas que ya pudimos ver en 1980 con un ciclo de subida de tipos tan agresivo como que está llevando ahora la Fed. Es una situación preocupante que tiene además la consideración de riesgo sistémico, porque aunque en Europa solamente lo estamos apreciando en las cotizaciones, no deja de ser un efecto muy trasladable. Lo que ocurre en Estados Unidos, con diferencias entre algunas entidades, dependiendo del tamaño y de la ubicación geográfica, no puede abstraerse, es decir, ni Europa está mejor que Estados Unidos, ni Estados Unidos está mucho peor que Europa. Un banco funciona de manera muy similar en ambas geografías y por lo tanto todo esto creo que está generando miedo y dificultades a la hora de clarificar qué va a pasar con las entidades financieras.

Credit Suisse presentó este martes sus resultados con pérdidas y lleva varias sesiones cayendo con fuerza... ¿Hay que evitar la inversión en bancos europeos?

Creemos realmente que lo que está pasando en Estados Unidos es trasladable a Europa, no cabe duda. Es un sector donde ahora mismo hay un riesgo muy considerable y que se está apreciando en caídas muy bruscas en las cotizaciones. De momento estamos en esa fase inicial de volatilidad en la que la primera reacción es la de fuertes ventas, al día siguiente se recompran parte de esas ventas... En el caso de Credit Suisse no son los resultados, es que el principal accionistas del grupo le ha retirado la confianza al banco y ha declarado que no va a inyectar más fondos en la entidad. Eso ha provocado que las acciones se hayan desplomado por encima del 20%. Una entidad a la que todos estos problemas se le añaden porque ya viene con los suyos propios, que es una destrucción absoluta del modelo de negocio y una claudicación de un modelo que no ha funcionado y que se ha consumido prácticamente tanto el capital como los recursos y los proyectos de la entidad.

Por ello, es una pregunta difícil y hay que darle una respuesta de cautela. Los inversores y los gestores de fondos no podemos contribuir a mensajes de miedo, pero es indudable el riesgo de una fuga de depósitos, de una falta de liquidez en el sistema... son un hecho (en EEUU hemos visto las dos quiebras bancarias más importantes de la historia del país). Y Europa no está ni en mejor ni peor situación, está en la misma situación. Los bancos europeos, aunque tengan un poquito más de ratios de capital, solamente pueden responder a un porcentaje limitado y determinado de sus fondos. Más allá de eso, pérdidas adicionales en carteras de bonos, en créditos morosos, en fallidos en hipotecas, etc., les afecta de la misma manera. Si el riesgo es trasladable, ¿qué necesidad tiene un inversor europeo de estar expuesto a este riesgo? Así es como lo vemos nosotros, por lo tanto, los riesgos están ahí, pujantes, latentes, lo que hay que hacer es intentar evitarlos.  

¿Cómo ve el momento de la tecnología que ha sido un poco el desencadenante de la quiebra de Silicon Valley Bank?

Hay que puntualizar un poco, porque no es que el sector tecnológico se haya llevado por delante al banco, sino que la mala gestión del banco se ha llevado a sí misma por delante. Es una situación en la que han contribuido primero las pérdidas latentes de unas malas inversiones que se han tomado en la compra de bonos y la volatilidad de los mismos, ha generado unas perdidas que no han podido recomponer con el capital, y segundo que las propias entidades retiraron sus fondos los días previos a la quiebra del banco; el jueves 9 de marzo veíamos salidas importantes de depósitos por parte de las entidades. Entonces han contribuido como no por negocios fallidos, sino por retirada de confianza en el banco y eso ha acelerado la caída. 

Por otro lado, la tecnología ha vivido de un ciclo maravilloso gracias a que precisamente los tipos de interés bajos han promovido y han propiciado que muchos sectores que no tenían el recorrido que han mostrado lo pudieran tener gracias a que el dinero ha sido barato o gratis. Como eso ha sucedido, la clave es preguntarse, ¿esto es trasladable al futuro? A muy corto plazo no, porque si las tasas van a seguir subiendo, es evidente que no les viene bien. Si como pensamos la Fed va a recular en su política y empezar a bajar tipos, cosa que ya el mercado está poniendo en precio, los futuros están anticipando que la próxima bajada de tipos no va a ser en 2024 sino que va a ser este verano, obviamente la tecnología debería recoger un escenario algo menos amable, pero no necesariamente bueno para sus intereses. Todo esto para decir que todo se ha complicado, y ahora mismo los sectores de riesgo y de beta alta son un problema en las carteras y el inversor lo que tiene que hacer es moderar y controlar esos riesgos.

¿Creen que se puede aprovechar el momento para incrementar posiciones? ¿En qué sectores o compañías?

Warren Buffett dice que hay que ser valientes cuando el mercado muestra miedo, y yo creo que es un poco la sensación que tenemos nosotros. La cuestión es determinar en qué momento entrar. ¿Son estos mínimos para poder comprar bolsa? Es una respuesta muy difícil, porque determinar los mínimos en el muy corto plazo, sobre todo cuando la volatilidad, no solamente en la renta variable, sino también en la deuda y la renta fija, donde también se ha disparado, pone de manifiesto que el riesgo es un tren contra el cual conviene no ponerse delante porque arrolla. Por ello, intentar jugar esos mínimos en el muy corto plazo, me parece que es un ejercicio francamente difícil y complicado que solamente vamos a alcanzar si hay suerte, y la suerte en las inversiones es la peor consejera. Nosotros animamos a que haya selección; por ejemplo, nuestro Fondo Internacional está "viendo los toros un poco desde la barrera", nos ha cogido esta caída de mercado con un 20% de liquidez, sin ninguna posición financiera, y obviamente para nosotros creemos que es una gran oportunidad porque el inversor le ofrece un universo de inversión en muy buenas y excelentes compañías, donde además evitamos estar posicionados en tecnología, ni en bancos, ni en esa volatilidad que mencionaba anteriormente. Entonces indudablemente se pueden aprovechar estas caídas. Ir a por un stock, una compañía única, creo que es un riesgo y elevado. Aproveche los fondos, tenga una cantidad diversificada y busque ese momento con un expertise un poco más apropiado.

¿Cómo ve la situación del Ibex 35 y del resto de la bolsa española?

Muy mal, porque la economía española está en un ciclo peor que sus homónimos europeos, por mucho que los números macroeconómicos digan o den unos datos que inviten a cierto optimismo. La situación española es mala, en términos de deuda, control de déficit, el gobierno político y seguridad jurídica. Hay muchos factores que hacen que España tiene o debería tener una prima de riesgo más elevada que sus homónimos. Lo que no tiene sentido es que el bono español esté en mejor situación que el bono alemán. A nosotros lo que nos preocupa no es tanto el contexto macroeconómico de España, sino la excesiva bancarización que tiene el Ibex 35. Hay seis bancos, pesan por encima de un 20%, comprar el Ibex  es comprar una posición muy fuerte en bancos y en sectores regulados con una enorme inseguridad jurídica. No nos parece que sea el mejor entorno posible. Tenemos un view, no voy a decir negativo, pero sí muy prudente porque no deja de haber buenas empresas y negocios que tienen más exposición internacional. Por  ejemplo, hablar de compañías como Vidrala, CIE, CAF, Viscofan, son empresas muy interesantes, el problema es estar invertido en las malas, que generalmente son las que están incorporadas en el Ibex 35.