La conclusión por adelantado es que las grandes empresas son cada vez más grandes y más caras. Google ya ha publicado sus resultados, con lo que ya tenemos prácticamente tres cuartas partes del S&P 500 por capitalización.
En términos de beneficios, se han continuado revisando a la baja a medida que se han ido presentado las cuentas a las empresas. También se han venido revisando a la baja los beneficios para el conjunto de 2020. No está habiendo grandes empresas positivas en términos de beneficios. A día de hoy, el porcentaje queda por debajo de la media. Por regla general, a la hora de que las empresas publiquen sus beneficios, las empresas son mayoritariamente positivas. Esto lo hacen las empresas por expectativas, por no defraudar al mercado.
En términos de ventas, la cosa pinta un poco mejor. El porcentaje de sorpresas positivas en ventas es mayor. En términos agregados, vemos cómo está siendo en niveles de beneficios y ventas para el conjunto del S&P 500, esas grandes compañías globales que tenemos en este índice de Estados Unidos. Al final, estamos viendo que los beneficios y las ventas son las más flojas de los últimos 4 años, desde 2016-2015. Esto casa perfectamente con la fuerte desaceleración económica que hemos sufrido durante 2019. ¿Cuál es el punto positivo? Que los beneficios no van a caer en terreno negativo aunque crezcan muy poco, alrededor de un punto porcentual en 2019 respecto a 2018.
En términos de ventas, el crecimiento es un poquito más elevado. Los márgenes están sufriendo un poquito y cayendo más.
A nivel sectorial, estamos viendo que hay grandes ganadores y grandes perdedores. Hay bastantes sectores defensivos que están aguantando el tipo, como son utilities e inmobiliario. Los sectores de consumo, ni fu ni fa, tanto en consumo cíclico como en consumo básico. El sector industrial está sufriendo bastante. Aquellos sectores más vinculados al sector de manufacturas, que es el que más ha sufrido por esa guerra comercial.
¿Dónde se están recuperando con fuerza los resultados? En el sector financiero. También hay dos sectores que están tirando bastante fuerte, que son salud y comunicaciones. En tecnología encontramos una alta dispersión, en el último trimestre parece que ha sorprendido bastante gratamente.
A nivel geográfico, las empresas de Estados Unidos que tienen más peso de sus ingresos en el exterior son las que más están sufriendo. Es normal. La desaceleración económica ha sido más global que doméstica en el caso de Estados Unidos, de ahí que muchas compañías de un sector defensivo, como es utilities, haya funcionado bastante bien, porque la mayoría de empresas de servicios son locales.
Las grandes empresas siguen creciendo
La gran foto de esos resultados es el top ten de empresas del S&P 500 que antes de presentar resultados a cierre de diciembre de 2019 tenían seis billones de dólares de capitalización, un 22,72% en peso sobre el S&P 500. Una vez conocidos sus resultados, esta capitalización llega a los6.358.000 billones y aumenta el peso hasta el 23,79%. Esta gran cifra recoge que las grandes compañías cada vez tienen más peso dentro de los índices, cada vez evolucionan mejor y aumenta su capitalización. Están subiendo los precios de sus acciones porque los beneficios y las ventas están creciendo a ritmos muy fuertes.
Lo de Microsoftes para ponerlo en un marco. Que crezcan los beneficios a ritmo de 37 puntos porcentuales, y las ventas por encima de los dos dígitos, con el tiempo que lleva la empresa, es un ejemplo de reinvención. Eso sí, no olvidemos que, con estas subidas de precios, estamos viendo unos ratios de valoración espectaculares. Las empresas grandes cada vez son más grandes, se llevan casi toda la parte del pastel, y cotizan a unos precios desorbitados.
Desde un punto de vista técnico, ¿cómo se puede detectar lo que está ocurriendo? Fácilmente con los indicadores de amplitud. Este gráfico recoge el S&P 500, que no para de subir. En la escala de la derecha recoge el porcentaje de acciones que está por encima de la media de 200 sesiones, que cada vez se va más abajo. Lo que nos quiere decir es que el mercado sube cada vez con menos valores, y es un reflejo de que, al final, parece que hay pocos grandes ganadores y muchos perdedores. Esto nos indica que el mercado está un poco débil, y que la tendencia alcista le resta un poquito de fiabilidad.