Manuel Pinto, analista de XTB, destaca que en Europa, y especialmente en España, el Ibex 35 ha sorprendido con una evolución muy positiva. Sin embargo, los sectores que más han subido –defensa y banca– podrían haber agotado parte de su recorrido por valoraciones exigentes y por la pérdida de impulso en sorpresas de resultados. A partir de aquí, el análisis apunta a oportunidades más equilibradas en empresas que se habían quedado rezagadas y que podrían liderar la siguiente fase del mercado.
La primera de ellas es Inditex, cuya situación operativa sigue mostrando fortaleza. La compañía se beneficia de una mejora clara en márgenes, de una normalización de costes (incluidas materias primas) y de un menor nivel de inversiones tras la modernización de tiendas.
Las ventas siguen mostrando un comportamiento robusto y los indicios apuntan a que los próximos resultados del tercer trimestre podrían ser positivos. En un entorno de ralentización en algunos sectores cíclicos, la capacidad de Inditex para generar caja, su eficiencia logística y su expansión internacional la sitúan como una de las opciones más sólidas dentro del mercado español.
Otra candidata destacada es Puig, que está demostrando un notable crecimiento en la división de perfumería y maquillaje, con números que han sorprendido al alza y una expansión operativa significativa.
Además, el creciente apetito de China por productos premium y la recuperación del consumo en categorías de belleza favorecen directamente a la compañía. El interés que mostró en su día por activos de lujo como los de Kering demuestra ambición estratégica, algo que, combinado con un sector global en expansión, convierte a Puig en un valor atractivo para los próximos meses.
Por otro lado, la petrolera Repsol ha mostrado una fortaleza notable incluso en un contexto de caída del precio del petróleo desde los máximos de enero. Si la estacionalidad, la reducción de oferta o las tensiones geopolíticas provocan un repunte del crudo, la compañía podría comportarse incluso mejor.
Con un modelo diversificado, fuerte generación de caja y una situación financiera cómoda, Repsol ofrece un perfil equilibrado entre energía tradicional y transición energética, lo que la convierte en una opción a tener muy en cuenta si el petróleo entra en una fase de recuperación.
Finalmente, las utilities se presentan como un sector especialmente interesante. El creciente cuello de botella energético provocado por la expansión de la IA —que exige enormes cantidades de electricidad— favorece directamente a las compañías de generación y distribución.
Además, la esperada bajada de tipos en Europa reduce el coste de financiación de estas empresas intensivas en capital, al tiempo que mejoran su atractivo por dividendo. En un entorno donde la energía será un factor estratégico y donde los inversores buscan calidad y estabilidad, las utilities combinan defensividad, rentabilidad por dividendo y exposición a un crecimiento estructural de largo plazo.

