Engordar sin perder la necesidad de hambre. Engrosar las arcas para seguir llevando a tener la mayor liquidez en toda la historia. Las compañías estadounidenses no han parado de acumular dinero en sus particulares cajas fuertes en los últimos años. Tanto, que se ha alcanzado el nivel record de cash de todos los tiempos. Y por algo ha sido. Ahora lo que muchos cuestionan es adónde va a ir a parar ese dinero y qué políticas empresariales deben llevar a cabo.

Por el contrario, hay que esgrimir una explicación para demostrar que esta cifra alcanzada tiene como respuesta diferentes factores y que la distribución del efectivo se dividirá de forma diferente según qué empresa. Lo primero de todo es que junto a esta gran caja se encuentra detrás el nivel de deuda más alto nunca visto. Aunque eso no quiere decir que los negocios hayan funcionado mal ni mucho menos. Más bien lo contrario.

La bajada de los tipos de interés en el país llevó a que muchas cotizadas solicitasen créditos a intereses casi inexistentes para tener más liquidez en sus cuentas. De hecho, la mayoría de los grandes créditos empiezan a vencer en 2017 y muchas aún ven como la mejor opción el préstamo con este escenario de tipos reducidos para generar más liquidez y no devolver apenas intereses

Deudas de crédito de las compañías


Por tanto, descartada el nivel desmesurado de la deuda de las compañías como preocupación cabe preguntarse adónde se destinará ese dinero y cuáles serán, en efecto, las estrategias que tomarán por más adecuadas los dirigentes de las principales compañías. Para ello los expertos de Morgan Stanley han elaborado un informe en el que resalta qué sectores son los que disponen de más caja y qué destino tomará ese flujo monetario.

En estos años de revalorizaciones en el S&P 500, en especial en el pasado ejercicio, las firmas tecnológicas fueron las que más liquidez generaron en sus balances. Hasta el punto de que su industria acapara el 33% del cash generado por el total de firmas de Wall Street. Una cantidad seguida por el 16% del sector de la salud y del 15% de las industriales. En último lugar se encontrarían las utilities con el 1%.


Por tanto, ¿adónde se destinaría ese dinero por la media de las compañías? Para estos analistas la respuesta está clara. El porcentaje mayoritario iría a parar en inversión de capital. Después, la siguiente partida en la que invertirían más dinero sería en la recompra de acciones, seguido de el pago de dividendos a los inversores, el gasto en I+D+I y, por último, la cantidad destinada a compras y adquisiciones de otras compañías.

Distribución de cash de las compañías


Este último supone aún una cantidad completamente inferior con respecto al resto de áreas, aunque se encuentra en su máximo histórico. En este sentido, hay un dato que ilustra bastante cómo se comporta el mercado cuando se invierten grandes cantidades de efectivo.

Sin ir más lejos, en las épocas pre-crisis se ha producido un déficit de inversión en capital por parte de las empresas, mientras que en momentos de expansión económica las cantidades empleadas han sido más grandes. Tomando como referencia los últimos informes, se puede observar como el pasado ejercicio y el anterior el gasto fue patente. Cada vez más grande.

Inversión de capital en compañías


Sin embargo, Se observa que en lo que llevamos de año se están disminuyendo ese tipo de inversiones. Justo lo mismo que sucedía antes de atravesar una recesión. ¿Será el preludio de lo que está por llegar? Lo que está claro es que las compañías siguen dedicando cantidades a dividendos y recompra de acciones. Esa es la principal obsesión de las cotizadas, a día de hoy, en el mercado norteamericano.