Las previsiones macroeconómicas negativas se ciernen sobre nuestro país, la tasa de paro alcanzará el 19% según Bruselas, nuestra economía no comenzará a registrar un crecimiento positivo hasta final de año o incluso hasta 2010… Vivimos una crisis sin precedentes que mantiene atentos a los ciudadanos –que vigilan los agujeros de los bolsillos- y a los expertos, que entre tanto nubarrón intentan encontrar un rayito de luz a través del cual ver cómo podemos avanzar.

El director general del Instituto de Estudios Económicos, Juan Iranzo lo tiene claro, “resulta difícil responder a la pregunta de dónde estamos realmente porque los informes nos desbordan día a día”. Los recortes de previsiones para las perspectivas de crecimiento de España se producen día sí y día también –el último en hacerlo ha sido el Fondo Monetario Internacional que advierte de que la recesión podría prolongarse a lo largo también de 2010”. El experto plantea la pregunta del millón:
“¿Estamos aprendiendo algo?” y él mismo da la respuesta, “no, porque ante una nueva realidad como es la que supone esta crisis estamos aplicando respuestas obsoletas y no se puede ir en contra de la situación”.

Aún así, Víctor Santiago, Jefe de análisis de Bancaja Gestión de Activos mantiene que “esperamos un impacto de las medidas fiscales de Obama” que podrían traer consigo “una mejora de la situación en el segundo semestre de 2009”. Habrá que ver primero qué cambios se introducen en el plan –que ya ha aprobado el Congreso pero que ha de ratificar el Senado- por la presión de los republicanos para introducir variantes como el incremento de las ayudas al sector inmobiliario. El analista mantiene que la situación es diferente a la Crisis de los años 30 estadounidense que estalló con el Crack del 29: “En los años 30 el PIB estadounidense cayó un 27% y el desempleo alcanzó a más del 25% de la población, ahora estamos muy lejos de esas cifras”. Tampoco la situación que vivió Japón en la década de los 90 con el pinchazo de su burbuja inmobiliaria responde a lo que está sucediendo en la actualidad, “nuestra crisis inmobiliaria es parecida –reconoce Santiago- pero Japón tuvo además una burbuja en el precio de las acciones y una mala actuación del Banco Central de Japón”. Fijando la atención en las políticas monetarias. la Reserva Federal estadounidense se puso manos a la obra a rebajar los tipos de interés –actualmente están en el 0,25%- Juan Iranzo no es partidario de estas actuaciones, “la FED vuelve a incluir en una política monetaria alocada”…. “no pueden funcionar unos tipos de interés tan bajos porque incitan al apalancamiento y a incrementar el endeudamiento”.

Aunque mirando de reojo a la primera economía del mundo, en casa tenemos muchas barbas que cortar después de ver a nuestro vecino poner las suyas a remojar, “tenemos el mayor déficit por cuenta corriente en términos relativos de la OCDE, se sitúa en el 7% y en el mejor de los casos se puede ir al 9%”, apunta Iranzo quien recuerda además que “somos el segundo país con mayor necesidad de financiación en términos absolutos después de EEUU”. Este experto mantiene que es necesario fomentar la competitividad de nuestra economía en un entorno en el que los errores cometidos “no han llegado desde el mercado sino desde el sector público”.

El sector inmobiliario

En nuestro país adolecemos además de una crisis crediticia y de confianza, de un descalabro nacional: el pinchazo inmobiliario. Eduardo Fernández Cuesta, presidente de Richard Ellis, recuerda que “en 2005 el mercado estaba en una de las fases más alcistas de su historia” ( ..) “el crecimiento del PIB era del 3,6% y la creación de empleo avanzaba a un ritmo del 5%”. El experto expone un dato significativo, “el endeudamiento de los hogares españoles en 1990 suponía el 10% del PIB, en 2008 creció hasta el 61% del Producto Interior Bruto”. Esa “fiebre se extendió a las empresas inmobiliarias que protagonizaron grandes inversiones en las principales ciudades del mundo, un hecho que sólo fue posible con altos niveles de endeudamiento”. En junio de 2008, las compañías inmobiliarias tenían una deuda de 300.000 millones de euros. 

Nos queda una dura etapa de reajuste, para el director del Instituto de Estudios Económicos será de “30 meses” mientras el experto inmobiliario no aventura una fecha concreta pero mantiene que “hay que volver a la simplicidad y al sentido común porque el mercado inmobiliario es un valor refugio hoy por hoy en comparación con los mercados financieros”, “ofrece una rentabilidad segura y tangible”, afirma. Fernández Cuesta mantiene que “este año y el que viene son un momento adecuado para hacer adquisiciones selectivas”.

La renta variable

Sí, se producirá un reajuste de los precios de la vivienda pero el reajuste también va a llegar a los beneficios de las empresas, lógicamente, y no sólo al de aquellas ligadas al ladrillo: “esperamos una caída del 30% del beneficio de las empresas”, explica Víctor Santiago. Bajo esta premisa, el experto apuesta por invertir “en renta fija de crédito porque está infravalorada y hay oportunidades”. “Estaríamos infraponderados en renta variable aunque si el Ibex vuelve a los 8.000 puntos sería un momento para entrar pero con un bajo porcentaje de inversión y teniendo en cuenta la alta volatilidad de los mercados”.
El Ibex se moverá en los próximos meses “en un rango entre los 7.800 puntos y los 10.000 como máximo” y bajo su punto de vista habría que fijarse en “valores defensivos, telecomunicaciones, eléctricas o alimentación que son compañía que tienden a aguantar”.

Los bancos

Hablar de bolsa es poner en el punto de mira al sector financiero, ahí comenzó la crisis actual y desde ahí ha de arrancar la recuperación, según apuntan los analistas. Eso sí, echar la vista atrás es bueno a veces y como no debe ser de otra manera, hay que aprender de los errores. Prosper Lamothe Fernández, catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid  explica que “la burbuja que se ha producido en el ámbito financiero llega porque los banqueros no son diligentes al analizar los riesgos a la hora de conceder créditos”. Además algunos productos que se han colocado a los inversores no se conocían bien, “ha habido una falta total de información de lo que se ha colocado” y a eso hay que añadirle “una estrategia de la banca privada orientada al producto y no al cliente, se han vendido fondos de pensiones a personas de 85 años que evidentemente no tienen ninguna necesidad de adquirir esos productos”. 

El experto advierte para futuros inversores –haciendo clara alusión al caso Madoff- “nunca te creas los milagros, es imposible que alguien pueda darte por ejemplo una rentabilidad semanal del 4%”. Lamothe mantiene que deberíamos ver “sanciones de las autoridades para aquellos bancos que han acometido malas prácticas” y “premios para las entidades que han actuado correctamente”. En definitiva, “hay que conocer al cliente, seguir una estrategia de soluciones a medida, tener buenos profesionales formados e innovar sí pero únicamente si aporta valor”.

No existe una varita mágica que de un día para otro solucione la grave situación financiera en la que está inmersa la economía mundial –desde 1973 no sucedía que los tres principales bloques mundiales, EEUU, Europa y Japón estuvieran al mismo tiempo bailando con la recesión-. Más que hadas madrinas, parece que algunas brujas pretenden además darnos a probar manzanas envenenadas… Veremos si en el segundo semestre de 2009 cambia el cuento y comemos perdices.