Un nuevo capítulo para el sistema financiero general y para Banco Popular, en particular. Si ayer todo el mundo ponía sobre la mesa las
dudas sobre las necesidades de capital de las entidades – ante una posible prórroga del rescate bancario – hoy es la entidad que preside Ángel Ron la que centra todos los titulares. ¿El motivo? Uno de sus accionistas más relevantes, Américo Amorim, ha optado por reducir de forma “sensible” su posición.

Amorin habría vendido más de 57 millones de acciones de Banco Popular en la última semana, aproximadamente un 0.8% del capital., con lo que su participación en la entidad pasa del 4% que tenía en diciembre de 2012 al 3.2%. Y “no se descarta que siga con esta retirada hasta situarse por debajo del 3%”, según fuentes financieras próximas al empresario citadas por Cotizalia. Una participación que es la más baja desde que, hace 10 años, decidiera entrar en la entidad.

Ni beneficios, ni dividendos

¿Qué supone esto? Lo primero es pensar que el millonario ha perdido la confianza en el valor y duda de su futuro. Quizás sea un “esperar y ver” cómo se desarrollan los acontecimientos. Pero si los accionistas de referencia – recordamos que Amorim era uno de los cinco mayores accionistas que acudió a la ampliación, asegurando la operación – venden la compañía, la confianza que se transmite no es mucha. Es  más, esta misma semana, la entidad no ha dejado claro si podrá cumplir con el objetivo de beneficios para este año, en el que contemplaba ganar 500 millones de euros, debido a  que las condiciones económicas son peor de lo esperado.

No hay semana en la que la actualidad no agite los cimientos de la banca europea. En el caso de las entidades españolas esas vibraciones suelen ir acompañadas de pequeños tsunamis bursátiles y esta vez no iba a ser menos. Ver: ¿Preparados para una nueva tormenta perfecta en la banca española?


Algo que vuelve a poner la duda sobre que la entidad reparta dividendos con cargo a resultados este año.  ¿Qué opináis? ¿Volverá a retribuir al accionista?