China lleva muchos meses sin dar ningún susto a los mercados. El país asiático, que está en plena transformación económica, ha dejado de ser protagonista de las presentaciones de las firmas de análisis e inversión porque parece que ha desaparecido el temor a ese aterrizaje forzoso de una economía que nos había a crecer a ritmos del 10% y que ahora parece que “solo” puede hacerlo a ritmos de entre el 6 y el 7%. Los mercados ya se han acostumbrado a ese ritmo y, de hecho, a esa velocidad sigue funcionando el motor del crecimiento mundial.

China sigue cambiando su modelo de crecimiento, cerrando capacidad  del sector industrial y enfocándose en una actividad de más valor añadido. Aunque sigue siendo un país emergente, lo cierto es que el gigante es cada vez más  una economía mundial. Eso sí, controlada por el gobierno y, dicen los expertos, muy endeudada. Precisamente es la deuda y las distensiones del mercado inmobiliario lo que preocupa. Pero parece que ahora no tanto, sobre todo porque en 2017 la economía del país se expandió a un ritmo del 6,9%, el primer incremento desde 2011 y eso ha tranquilizado a los inversores.

Matthew Vaight, gestor del fondo M&G Global Emerging Markets, señala que “a pesar de la actual preocupación sobre la economía china y sus niveles de endeudamiento, nos mostramos cada vez más optimistas sobre el país ante unos indicios que apuntan a que las recientes reformas del Gobierno empiezan a surtir efecto. Estamos empezando a ver los resultados de las medidas emprendidas para reducir el exceso de capacidad en varios sectores y para estabilizar el sistema financiero. Aunque seguimos infraponderados en este mercado en su conjunto, recientemente hemos aumentado nuestra exposición”.

En esta misma línea, los expertos de Deustche Bank AM confían en China. Explican que “somos constructivos respecto a la economía china y a las clases de activos chinos en el Año del Perro. Las oportunidades todavía permanecen dentro del mercado de acciones  y del mercado de deuda. Miremos al detalle las tres áreas: la economía, las acciones y la renta fija”.

Estos expertos recuerdan que continúa la senda de restructuración económica y liberalización iniciada por el gobierno del país.  Con todo, recuerdan que “persisten los riesgos económicos, como una excesiva regulación financiera y una política demasiado estricta para, por ejemplo, el mercado inmobiliario. Sin embargo, estos riesgos pueden ser manejados cuidadosamente por la política del gobierno. Las restricciones comerciales de los Estados Unidos también se mantendrán antes de las elecciones legislativas en Estados Unidos.” Pero a pesar de todo esperan que se mantenga el ritmo de crecimiento y que eso de oportunidades a los inversores. La cuestión es dónde encontrarlas

Para Vaight hay opciones entre los sectores de la vieja economía china. “Reconocemos que la transición hacia una economía basada en los servicios generará oportunidades, creemos que las valoraciones de los títulos relacionados con temáticas de gran éxito —como Internet, las redes sociales y el consumo— se sitúan en niveles demasiado elevados”.  Creen que, por el contrario,  hay oportunidades interesantes en las empresas centradas en la industria y la producción y vinculadas a la «vieja economía», principalmente estatales. “Podría decirse que estos valores han pasado desapercibidos durante los últimos años, ya que los inversores se han centrado en la temática del consumo. Sin embargo, la rentabilidad de sectores como el energético y el industrial ha aumentado recientemente, aunque las valoraciones no han corrido la misma suerte por lo que la situación es particular”, explican.

Vieja China

El gestor de M&G  también divisa oportunidades en el sector bancario del país.  En su opinión, “el nivel de deuda tóxica presente en el sistema se está reduciendo, en parte gracias a la mejora del contexto económico, pero también como resultado de las amortizaciones y las ventas de los préstamos no productivos por parte de los bancos”. Destacan que existe más disciplina en los bancos y la capacidad de concesión de créditos depende de la solidez de cada entidad.  “En vista de estos avances, creemos que los principales bancos chinos podrían arrojar una rentabilidad razonable de forma sostenible. Sin embargo, siguen negociándose con unas valoraciones interesantes. Por este motivo, iniciamos recientemente una línea de inversión en un banco estatal del país por primera vez en nuestra historia”, comentan.

En Deustche Bank comentan que prefieren sectores como el financiero, el inmobiliario, consumo, internet y materiales. “China sigue siendo una sobreponderación clave en nuestras carteras de mercados emergentes de renta variable”, explican.

Fijándose en estos días de celebración en especial, Kim Catechis, responsable de mercados emergentes de Martin Currie, filial de Legg Mason,  señala que hay empresas que se van a beneficiar de estas fechas. Considera que una de estas compañías es Hongbaos (una empresa de tarjetas de felicitación). También esperan mejoras en el sector minorista ante el aumento de las compras así comoel de viajes. Creen que dos empresas verán incrementada su demanda: Tencent y Alibaba.