Nadie prevé que el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) decida subir los tipos de interés en febrero. Ya lo hizo durante la última reunión, en diciembre, cuando dejó el precio del dinero en el 0,50-0,75%. Si algo sorprendió hace poco más de un mes es que los miembros de la institución proyectaban tres alzas más este ejercicio para dejarlo en el 1,4%.

Proyecciones del FOMC en diciembre
Proyecciones de la FED


La mayor parte de los analistas baraja la posibilidad de que en realidad las subidas sean solo dos, quizá porque en los últimos años el mercado se ha acostumbrado a cierto optimismo en las estimaciones de la autoridad monetaria.

Como explica Anna Stupnytska, economista global de Fidelity International, “no es muy probable que la Reserva Federal realice ningún cambio significativo, pues no habrá conferencia de prensa. Mientras que puede que haya quien busque señales sobre una posible subida de tipos en marzo, existe relativamente poca presión sobre la FED para que modifique el rumbo en este punto”.
 
Casi todo el mundo destaca la solidez de los datos económicos que se han conocido durante las últimas semanas. Y eso a pesar de que el PIB se expandió un 1,9% en el cuarto trimestre, por debajo de las estimaciones de los expertos y del trimestre anterior.
 
Por si fuera poco, “la inflación subyacente -un dato crucial- aún no ha superado el rango del 1,7% anual. Por tanto, la FED querrá mantener por ahora abiertas sus opciones. Esta estrategia tiene sentido en el actual entorno de incertidumbre política, sobre todo en lo que respecta a la magnitud de un potencial estímulo fiscal”, explica la economista de la gestora americana.

Inflación en EEUU

 
Sin embargo hay analistas como David Page, economista sénior de AXA IM que consideran que no se puede descartar que la FED deje la puerta abierta a una subida. “En este punto –afirma el experto- sospechamos que la institución podría sugerir que un alza en marzo no está descartada (sugiriendo una posibilidad superior al 36% que establecen en Bloomberg” .

En realidad, si  hay que seguir la creencia popular de que  la FED solo sube tipos durante las reuniones en las que hay rueda de prensa, este año las alzas solo se podrían producir en marzo, junio, septiembre y diciembre.

Algunos expertos como Frank Dixmier, director global de Renta Fija de Allianz Global Investors, pide claridad a la autoridad monetaria americana, aunque sea en su comunicado. Apunta que “aunque no se espera que el FOMC aumente los tipos en su próxima reunión, los mercados pueden estar subestimando el ritmo futuro de subida de tipos. La Fed debe aclarar sus intenciones para que los mercados puedan ajustarse a las circunstancias sin problemas, particularmente dado que Trump se está preparando para acelerar sus planes de estímulo”.


En este entorno, los inversores estarán muy atentos a todo lo que pueda dejarse entrever en el comunicado.  Según Luke Bartholomew, gestor de fondos en Aberdeen AM,  se fijarán sobre todo en lo que tiene que ver a la inflación y a la perspectiva de políticas fiscales del nuevo gobierno. “En este momento las reuniones de la Fed tienen un cierto tono de estado de guerra, pero sin confrontación abierta. Todo apunta a que Trump va a promulgar políticas que forzarán a la FED a actuar. Del mismo modo, las personas que elija para cubrir las vacantes en el comité  determinarán en cierta medida la forma de proceder de la FED. Sin embargo, todavía no ha sucedido nada por lo que todo el mundo está a la espera de recibir más información”.
 
Un comentario que toma más fuerza, sobre todo tras lo sucedido en los últimos días en los que parece que los inversores están teniendo más en cuenta las implicaciones negativas de las políticas que Trump había prometido y que nadie pensaba que iba a llevar a cabo.
 
David Rolley, vice President de Loomis Sayles recordaba en un reciente encuentro en Madrid que la economía de Estados Unidos está cerca del pleno empleo y que el PIB está crecimiento cerca del 3% “y esto contrasta con la política fiscal expansiva del presidente”. Y alertaba de que podría haber un conflicto entre estas dos visiones.
 
El gestor de Aberdeen apuntaba que lo que ocurra en el futuro va a tener mucho que ver con los nombramientos que Trump hará en el FOMC. “Si pone en práctica algunas reformas fiscales de calado, esto debería dar lugar a tipos más elevados y al fortalecimiento del dólar.  No obstante, un dólar más fuerte no ayudaría a los productores norteamericanos en los que Trump está poniendo tanto interés. Si tratar de colocar candidatos que sean afines a sus ambiciones políticas entonces podríamos comprobar lo poco que le gusta la independencia del banco central”.
 
Quizá la FED, al igual que ocurre con la mayor parte de las firmas de análisis, siga aún descolocada por el camino que va a tomar Donald Trump en los próximos meses. ¿Son sus medidas un guiño a los votantes que le pedían a gritos “construye el muro”? Recuerdan muchos expertos que esa es la estrategia que el próximo presidente ha usado en su faceta de empresario: iniciar proyectos alocados para desde ahí llegar a las negociaciones para desandar parte de ese camino y llegar a soluciones más o menos comunes.
 
Tampoco los miembros de la FED han hecho muchos comentarios desde la reunión de diciembre para saber qué es lo que pasa por la mente del FOMC.  Sólo Lacker se pronunció a favor de subir los tipos más rápidamente: “corremos el riesgo de quedarnos detrás de la curva”.

curva de tipos

 
Esto ha provocado nuevas ventas en los bonos americanos. El treasury a 10 años está ya muy cerca del 2,5%.

bono a 10 años

 
Lo que muy pocos se plantean es la posibilidad de que la FED comience en estos momentos a reducir su balance, que supera ya los 4,3 billones de dólares después de los distintos QE. A pesar de que el programa ha finalizado, la autoridad monetaria sigue invirtiendo el principal de los bonos que llegan a su vencimiento y esto en algún momento tendrá que frenarse, aunque aún no hay fecha.
 
El Wall Street Journal publicaba hace solo unos días que algunos miembros de la autoridad monetaria podrían haber flirteado con la idea de comenzar esta reducción este mismo año. La publicación exponía que en la FED no se planteaban vender bonos, sino tan solo dejar de reinvertir el principal.  Sin embargo, quizá para conocer todos estos puntos habrá que esperar a la reunión de marzo, cuando la presidenta de la institución comparezca en rueda de prensa.
 
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