Llegó la hora que esperaba la tecnológica fundada por Bill Gates. Había mucha especulación, pero finalmente se ha deshojado la margarita de la incertidumbre. Microsoft ha mostrado su apuesta más fuerte con la que pretende seguir creciendo a nivel empresarial y, por ende, a nivel bursátil.


Tiempo atrás se especulaba con el lanzamiento del nuevo sistema operativo de la compañía. Todo el mundo, desde entendidos del mundo de la tecnología hasta analistas de mercados, daban por hecho que su producto estrella sería el Windows 9. Sin embargo, la firma con sede en Redmond ha sorprendido con el cambio de denominación.


Finalmente, el tan esperado sistema operativo saldrá para todos los dispositivos: ordenadores personales, tablets y teléfonos móviles y se llamará Windows 10. “Lo natural sería poner un nombre cronológico, ahora sería el tiempo para Windows 9, pero sabemos que el cambio merecía algo más radical y Windows 10 funcionará en todos los aparatos”, destacó Terry Myerson, vicepresidente ejecutivo de Microsoft en la presentación de este sistema operativo. (Ver: Trading en Microsoft)

Como ya se había señalado anteriormente, el nuevo sistema operativo recupera la barra de herramientas clásica de las versiones anteriores y mantiene las novedades que se habían puntuado positivamente por parte de los usuarios. Como muchos expertos señalan: es uno de los momentos más importantes de su historia.

Con este lanzamiento espera competir con Apple y Google en su carrera también por el sector de los Smartphone, que tanta competitividad arrastra. Desde la llegada de Satya Nadella a CEO de la empresa la intención ha sido la de cambiar la estrategia empresarial de la compañía, como así está siendo.

De hecho, eso ha tenido un claro reflejo en Wall Street que se ha visto como sus acciones han repuntado más de un 38% en lo que va de año y sigue acaparando recomendaciones positivas por parte de los brókers.



¿Cómo puede afectar el estreno de este sistema operativo? Desde las altas esferas de la empresa se espera que la facturación se incremente sustancialmente. Eso produciría beneficios por encima de lo estimado si se tienen en cuanta la reducción de plantilla que realizó Nadella al ocupar su puesto.

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