Los grandes almacenes estadounidenses han vivido durante los últimos años con una piedra en el camino. La crisis del consumo en el país no les ha dejado despegar, sino más bien lo contrario al margen de determinadas excepciones. No ha sido sino una industria de las más afectadas en los últimos tiempos.

De hecho, se ha visto como las ventas mayoristas una vez se ha constatado la recuperación en el país sí que se han incrementado, mientras que las de menor magnitud han vivido un proceso de congelación. Ya no solo eso, sino que en la mayoría de los casos de las cotizadas más importantes del sector la facturación del 2013 fue inferior a la del 2014. Sintomático del escenario que se plantea.


Dentro de este entorno, las que más resaltan por las dificultades que han vivido han sidoJC Penney y Target. En efecto, dos de los grandes almacenes más importantes del país, que hasta la fecha, lejos de terminar de levantar cabeza, les sigue arrastrando la sombra de la duda sobre sus espaldas.

En lo que respecta a la primera de las compañías, los ajustes realizados han sido constantes. El CEO, Ron Johnson, ha recortado más de 22.000 puestos de trabajo –más del 15% del total de su plantilla–, además de clausurar un total de 33 tiendas con el fin de ajustar los presupuestos y volver a crecer en nivel de ingresos como antaño.

Traducido al terreno bursátil, el valor ha tenido una caída desde niveles máximos hasta la actualidad más de un 57% en el último año, aunque cabe destacar que desde mínimos anuales ha vuelto a la senda del crecimiento y ha subido un 52%. Es decir, finalmente esos ajustes comienzan a dar frutos en la cotización de la compañía en el mercado norteamericano.

JC Penney cotización


Pero, efectivamente, otras de las empresas azotadas por este estado de stand by del consumo en el país es Target. Hasta el punto de que el hasta ahora CEO de la empresa, Gregg Steinhahafel, anunció recientemente que dejará la dirección de la firma minorista por los últimos problemas que ha tenido.

El motivo fue la violación de datos que realizó la compañía el pasado año, que provocó la caída de su beneficio, sacudió la confianza de los clientes y provocó diferentes comparecencias de la compañía en el congreso.

Y no solo eso. Su caso es parecido al de JC Penney en el sentido de que sus ventas han caído y que han tenido que acometer cambios en su negocio. Hasta el punto de que en el mes de enero se han visto obligados a cerrar 8 tiendas alrededor del país, incluida una en Middletown, que tenía 20 años de antigüedad. Todo un drama para muchos vecinos de la zona que una vez conocida la noticia lamentaban tener que hacer sus compras habituales en un sitio más alejado.

Además, llevado al terreno de su evolución en el mercado bursátil Target también se ha comportado de manera irregular. Tanto que en los últimos 12 meses ha retrocedido más de un 21% desde sus niveles máximos.

Target cotización


A principios de año Wal-Marttambién tuvo que llevar a cabo posiciones severas para cuadrar las cuentas de su negocio. Para ser más concretos redujo en 2.300 el número de trabajadores. Eso supuso el mayor descenso desde el año 2010. En este sentido, el portavoz de la compañía explicó que están intentando “volver a equilibrar sus recursos”.

Esa falta de estabilidad en la compañía se ha visto reflejada en el parqué neoyorkino en el último ejercicio. El valor se ha comportado con un nivel de volatilidad importante, con subidas del 12% y caídas del mismo grado de porcentaje hasta la actualidad. Las medidas no han terminado de calar en los inversores, puesto que aún no se han visto reflejadas en su balance.

Wal-Mart cotización


La excepción que confirma la regla en este caso es Macy’s a quien la suerte le ha sonreído en el último año en todos los sentidos, aunque para ello también tuvo que recortar alrededor de unos 2.500 puestos de trabajo.

Sin embargo, en lo que a su recorrido en la bolsa estadounidense se refiere a funcionado al alza por esa consolidación de su beneficio y por el incremento de las ventas con respecto a años anteriores. Aun con todo, en el último año ha crecido por debajo de lo que ha hecho el S&P 500 en los últimos 12 meses. Para ser más exactos, ha subido algo más de un 13%.