¿Considera que está calando ya este nuevo producto entre los inversores españoles?
“Los inversores, como pasa siempre con los productos nuevos, tienen cierta reticencia y nuestra labor es explicárselo bien y, a partir de ahí, que se animen a utilizarlos”.


¿Qué cualidad aporta a un ETF el hecho de ser un producto cotizado?
“La gran diferencia entre un producto cotizado y no cotizado es la transparencia. Además, también la liquidez. Son igual de accesibles que una acción y algo muy importante. En un fondo de inversión tradicional, el inversor tiene que ir a su gestora, etc. El ETF es mucho más transparente y fácil.

Y tiene, además, la supervisión de BME y de la CNMV”.

¿Los ETFs forman un mercado más ilíquido?
“El valor más líquido de la bolsa española es un ETF: el Lyxor ETF Eurocash. El volumen nos da una cifra, pero cuando uno va a la bolsa lo que busca es tener contrapartida a la compra y a la venta. La forma de medir realmente la liquidez es la profundidad de mercado”.

¿Considera que los ETFs se ciñen a un perfil cortoplacista por contraposición a los fondos?
“Lo bueno que tiene el ETF es que uno lo puede utilizar para ambos perfiles. La ventaja es, además, que las comisiones de gestión de fondos cotizados son mucho más atractivas.”