Los fondos de renta fija a largo plazo experimentaron un descenso del 22,9 por ciento, y los de corto plazo, del 18,4 por ciento.

Los garantizados se redujeron el 17,3 por ciento, y los inmobiliarios, el 15,1 por ciento.

Únicamente los fondos de inversión libre lograron aumentar el pasado año su patrimonio, hasta un 133 por ciento, aunque la gestora indica que esta modalidad sufrirá en breve fuertes descensos.

La tendencia es, según Ahorro Corporación, que el patrimonio se dirija a los productos más "conservadores", de modo que los fondos de renta fija aglutinan el 47,3 por ciento del total y los garantizados el 30,7 por ciento, con lo que entre ambas categorías concentran el 78 por ciento del total.

Según apunta la gestora, nunca el patrimonio de los fondos de inversión había sufrido un descalabro semejante, ni siquiera en 2000, cuando el estallido de la burbuja tecnológica y las caídas de la bolsa redujeron el sector en un 10 por ciento.

En términos efectivos el crecimiento en el año, es decir, el neto entre suscripciones y reembolsos, cayó el 23,6 por ciento.

Por lo que respecta a las rentabilidades, la media del sector presenta un balance negativo del 2,3 por ciento, de nuevo con la renta variable a la cabeza del ránking con una rentabilidad negativa del 38,3 por ciento.

Los fondos mixtos de renta variable obtuvieron también rentabilidades negativas del 13 por ciento, y los mixtos de renta variable, del 6,4 por ciento.

También en números rojos, pero más moderados, cerraron el año los fondos de inversión libre, con el 5,7 por ciento, y los garantizados, con el 0,4 por ciento.

Los fondos de renta fija, tanto a corto como a largo plazo, consiguieron para sus partícipes beneficios del 1,8 y del 2,6 por ciento, al igual que los inmobiliarios, que se revalorizaron el 1,7 por ciento.