El Parlamento Europeo ha votado este jueves a favor de reforzar la protección de los empleados en términos de salud y de seguridad en la UE, especialmente para los trabajadores del sector sanitario, tras dos años de pandemia.

La petición para establecer una estrategia sobre salud y seguridad en el trabajo ha sido aprobada con 551 votos a favor, 30 en contra y 110 abstenciones y pone de manifiesto la necesidad de aprender las lecciones de la pandemia y mejorar la preparación para futuras crisis sanitarias.

En este marco, los Estados miembros deberán elaborar planes nacionales que integren también la protección de la salud mental, un segmento para el que los eurodiputados han solicitad especial atención en el sector sanitario.

Los eurodiputados han solicitado, además, a la Comisión Europea que elabore una propuesta legislativa que establezca los requisitos mínimos para el teletrabajo en toda la UE y que explicite las condiciones en que debe ejecutarse, incluido el equipo necesario.

"Proponemos un mejor equilibrio profesional y el derecho a desconectar el teléfono del trabajo o el email al final del día. Además, tenemos que trabajar en el reconocimiento del estrés como una enfermedad profesional," ha señalado Marianne Vind, del grupo de los socialistas, en un comunicado.

Además, la Eurocámara ha solicitado que la norma europea contemple el derecho a desconexión, en línea con la resolución del Parlamento del pasado 21 de enero y considerando los riesgos psicosociales en el ambiente laboral para prevenir la ansiedad, la depresión, el desgaste profesional y el estrés.

Los eurodiputados han solicitado también la inclusión de todas las lesiones, accidentes y cualquier desgaste físico o mental en la hoja de ruta de la Comisión, Vision Zero, para reducir los accidentes de trabajo. En un paso más, han pedido que se refuercen los equipos de inspección laboral y de los servicios nacionales de salud y seguridad.

La Eurocámara ha pedido a la Comisión Europea que trate de reducir la exposición de los trabajadores al amianto como una cuestión prioritaria así como mejorar el reconocimiento de las enfermedades relacionadas con el amianto para los trabajadores expuestos, como los de la construcción.

En un paso más, el Parlamento Europeo ha solicitado tanto a los Estados miembros como al Ejecutivo comunitario que desarrollen estrategias para prepararse para una mano de obra más envejecida y espacios de trabajo adaptados a empleados con discapacidad.