Stevenson realiza una selección de valores estrictamente bottom-up para encontrar empresas con potencial visible de crecimiento de sus beneficios. Dicho de otro modo, las empresas que se encuentran dentro de su abanico de inversión deben cumplir, entre otros, los siguientes requisitos: tener una fuerte posición en el mercado, presencia de importantes barreras de entrada, capacidad para crecer, balance saneado, etc.

Mantiene una cartera relativamente concentrada (50-60 valores), en la que cada posición representa entre el 1% y el 5% de los activos. El gestor observa férreamente la máxima que nunca habrá un “valor número 61” en su cartera, pues no quiere tener posiciones insignificantes que requieran atención pero apenas contribuyan a la rentabilidad. A febrero de 2009, el mayor peso corresponde a Alemania, seguido de Suiza y Reino Unido. España, por su parte, supone el 3,4% de la cartera.

“Después de un diciembre razonable, la primera parte de 2009 podría hacerse bastante cuesta arriba. Muchas empresas sufrieron una aguda caída en la demanda en el último trimestre del pasado año y hay pocas razones para esperar una mejoría en esta primera parte del año. Con todo, la vigilancia y la paciencia seguirán siendo cruciales durante este ejercicio”, comenta Stevenson en relación al mercado europeo.