En cuanto a la composición de la cartera, como mínimo, las dos terceras partes de los activos totales del fondo (tras la deducción de efectivo) se invierten en valores de renta variable e instrumentos de renta variable asiáticos que, en opinión del gestor, ofrecen perspectivas de pagar dividendos superiores a la media o reflejan tales perspectivas. En esta misma línea, el proceso de selección de los valores se basa en un exhaustivo análisis bottom-up de las compañías asiáticas, haciendo especial hincapié en el análisis de los flujos de caja. El segundo objetivo de este proceso es revelar oportunidades de crecimiento donde se espera que los dividendos sean pagados en el futuro. El flujo de caja es una media importante para determinar la idoneidad de una compañía, y por ello el gestor utiliza un análisis de flujos de caja descontados para identificar valores con flujos de caja sostenibles y con una clara potencial generación de futuros flujos de caja.

En opinión de Mike Kerley, los mercados asiáticos presentan hoy en día una convincente oportunidad de inversión si se tiene un horizonte temporal de 3 a 5 años. “La historia estructural en Asia está más intacta, en el corto plazo la incertidumbre sobre el crecimiento global, el precio del petróleo, los tipos de interés y la inflación van a ensombrecer algo las expectativas, pero a largo plazo los fundamentales están en su sitio. La diferencia entre hoy y lo que ocurría hace diez años es que los superávits se han desplazado hacia el este y los déficits hacia el mundo occidental. Ya no veremos los niveles de exceso que vimos hace diez años que condujeron a Asia hacia la crisis. Creo que en algún momento dentro de los próximos seis a doce meses tendremos magníficas oportunidades de comprar en Asia”, comenta el gestor.