¿Tiene sentido? Naturalmente que no…desde una perspectiva económica.

La inversión pública tiene un claro efecto positivo sobre la demanda a corto plazo y un efecto valorable sobre el crecimiento económico potencial a medio y largo. Considerando esto, ¿por qué no utilizarla como parte del motor de recuperación económica? Sí, seguro que me responderán con un simple “no hay dinero”.  De ahí que a nivel europeo se haya planteado en el Plan de inversiones para Europa (Juncker) por más de 315 bn. EUR. Pero esta es la teoría.

 

Según las últimas cifras oficiales, el Plan habría movilizado hasta el momento 82 bn. EUR. Incluyendo en esta cifra unos 11 bn. desde el BEI. El objetivo inicial era de tres años, con una inversión pública apalancada de hasta 20 bn.

Para la Comisión, las cifras anteriores eran un buen comienzo; para la OCDE, claramente decepcionantes dada la necesidad de inversión (y que se retroalimente) que precisa el área. Mayor tamaño y más arriesgado, es el tipo de inversión que pedía la OCDE en una reciente nota.

 

El Plan Juncker por un 2 % del PIB del área tenía tres patas: movilizar inversión privada para planes estratégicos, ayudar a los inversores a diseñar proyectos y crear las condiciones a través de reformas y flexibilidad para mejorar las perspectivas de los inversores en capacidad. El Plan, como decía antes, se plantea para el periodo 2015/2017.

 

La inversión pública en la zona ha pasado de niveles del 3.6 % en 2009 hasta un 3 % en promedio ahora.

¿Alto o bajo? Aunque medio punto por encima, pero bajo la misma tendencia decreciente, es lo que hemos visto en USA. En Japón, entre planes de gasto público (Abenomics) la inversión pública alcanza niveles cercanos al 4 % del producto.

Por cierto la inversión privada en la zona EUR de 17 % es mayor en un punto al de USA y casi dos puntos por debajo de la inversión japonesa. ¿Antes de la Crisis? Tanto para USA como para la zona EUR los niveles de inversión privada son entre 3- 4 puntos inferiores a los existentes antes de 2009.

 

Naturalmente, la valoración media esconde una elevada dispersión por países.

Al principio consideraba los planes de ajuste y cómo habían tenido que responder los gobiernos más cuestionados. Sin duda, encontrarán estos argumentos en los dos siguientes gráficos…

 



 

Por último, ¿y la eficacia de la inversión pública? No sólo es invertir, como que la inversión “sea la adecuada”. Realmente este es el mayor peligro a la hora de valorar sus potenciales efectos a medio y largo plazo. Necesitaría mucho tiempo y espacio para hablar de todo esto.

 

José Luis Martínez Campuzano

Estratega de Citi en España