Además, también se han revisado a la baja los datos de los dos primeros trimestres del año, una décima en ambos casos hasta -5,3% y -17,9% en el 1T y 2T, respectivamente. En consecuencia, el desplome acumulado del PIB en el primer semestre fue del 22,2%, del que se ha recuperado un 57,5%, mientras que la distancia hasta el nivel de hace un año es del 9%.

La revisión del PIB del 3T20 es consecuencia del empeoramiento de la demanda externa, en un contexto de deterioro generalizado de los países de nuestro entorno y pésimo balance de la temporada turística, parcialmente contrarrestado por el mejor tono de la interna, tanto del consumo de los hogares como, especialmente, la inversión productiva.

A la vista de la progresiva pérdida de empuje de la recuperación que se viene observando desde el pasado verano, asistiremos a un brusco frenazo de la actividad en el 4T20, con una vuelta a las tasas negativas del PIB: estimamos una caída de en torno al 1% trimestral. De esta forma, la primera estimación de caída del PIB en 2020 sería de un -11%, si bien posteriormente podrían producirse revisiones a la baja.

El INE vuelve a recordar que la actual situación que atraviesa la economía puede afectar a la calidad y disponibilidad de las fuentes empleadas para elaborar la CNTR, provocando que las revisiones sean de una magnitud mayor de lo habitual.

A este respecto, la revisión del 3T20 (1) muestra algunos cambios sobre la primera estimación, publicada el pasado 30 de octubre: el crecimiento trimestral del PIB se amortigua (pasa del 16,7% al 16,4%) -a lo que se añaden las revisiones, también a peor, de los dos trimestres anteriores-, mientras que el retroceso en términos interanuales es algo más pronunciado (-9% vs -8,7% anterior). Con ello, el PIB está un 9,4% por debajo del de cierre de 2019.

En tasa trimestral, el aumento del PIB se sigue explicando por la aportación de la demanda interna, que, incluso, mejora la estimación de octubre (15,4 puntos, seis décimas más). Destaca, especialmente, la inversión en equipo, que crece un 45%, tasa que supera en 5,6 puntos el dato avanzado, mientras que el resto de componentes anotan ritmos similares: el consumo de hogares y de las AA.PP. mejoran una décima hasta el 20,8% y 1,2%, respectivamente, mientras que la inversión en construcción mantiene el 16,6%.

 

Por lo que respecta a la demanda externa, aporta un punto al crecimiento del PIB (1,9 puntos estimado hace dos meses), debido a una menor subida de las exportaciones (+29,9% vs +34,3% en la primera estimación), mientras que las importaciones también se revisan, pero con mucha menos intensidad (+27% vs +28,4%). Entre las exportaciones, destaca el peor comportamiento de las de servicios (+33,7% vs +50,4%), que incluyen, principalmente, el gasto de los no residentes en el territorio nacional, el vinculado al turismo.

Por el lado de la oferta, las tasas positivas se extienden a todas las actividades, salvo la agricultura, cuyo VAB cae un 1,2% trimestral (+0,2% avanzado en octubre). Vuelve a destacar el dinamismo de comercio, transporte y hostelería (+43,2%) y actividades artísticas y recreativas (+29,6%), que mejoran, incluso, la primera estimación (siete y seis décimas, respectivamente). En cambio, la industria ve recortada su tasa, del 27,4% al 26,2%.

En cuanto al mercado laboral, las horas efectivamente trabajadas aumentan un 24,7% trimestral (tasa que coincide con la publicada en octubre), mientras que, en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (PTETC), el crecimiento es bastante menor (+16%); ello es consecuencia del aumento del 7,5% en la jornada media a tiempo completo, al hilo de la vuelta al trabajo de los afectados por ERTEs. Por actividades, el aumento de las horas trabajadas es generalizado, destacando comercio, transporte, hostelería y actividades artísticas y recreativas, con tasas superiores al 50%. Por su parte, en tasa interanual, las horas trabajadas totales se reducen un 6,2% (-5,5% en PTETC).

En términos interanuales, además de la revisión a la baja del dato del 3T20 comentado anteriormente, se produce un ligero cambio, también a peor, en el del 2T20 (-21,6% vs -21,5% estimado inicialmente). En el periodo julio-septiembre los dos componentes de la demanda contribuyen al descenso del PIB, pero, al igual que hemos visto en las tasas trimestrales, respecto al avance de octubre contrasta la mejora de la interna con el deterioro de la externa.

La demanda interna resta 7,2 puntos al crecimiento del PIB (-7,8 puntos anterior), gracias a la menor caída de la inversión, tanto en construcción (-13,1% vs -15,2%) como, sobre todo, en equipo (-6,6% vs -11,4%), mientras que el gasto de los hogares empeora levemente (-10,5% vs -10,4%). Por su parte, la demanda externa detrae 1,8 puntos, el doble de lo estimado inicialmente, dado que las exportaciones, no sólo siguen cayendo más que las importaciones (-19,3% vs -15,4%), sino que, además, empeoran considerablemente respecto al dato de octubre (-17%); en cambio, las importaciones mejoran ligeramente (tres décimas).  

Por último, la caída interanual del PIB nominal se mantiene en el 7,8% avanzado hace dos meses; en cambio, se ve alterada la tasa del deflactor implícito, cuatro décimas al alza hasta el 1,4%. Por el lado de las rentas, se reducen, tanto la remuneración de asalariados (-4,8%) como, en especial, el excedente bruto de explotación (-8,2%).


(1) Los resultados publicados incorporan toda la información coyuntural disponible desde el pasado 30 de octubre, en particular la información trimestral de la Balanza de Pagos y de las Cuentas de las AA.PP.

Bankia Estudios