El crecimiento de la economía mundial se ralentizará de manera significativa como consecuencia del impacto de la guerra en Ucrania en una recuperación que aún no se había consolidado tras la pandemia y que ha acentuado algunos problemas previos a la invasión, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha revisado a la baja sus pronósticos para 2022 y 2023.

De este modo, la institución espera que el PIB mundial crecerá este año y el siguiente un 3,6%, lo que supone una rebaja de ocho décimas respecto de la previsión de enero para 2022 y de dos décimas en la correspondiente a 2023.

En este sentido, el FMI advierte de que la guerra en Ucrania amplificará el impacto de fuerzas económicas presentes antes de la invasión como la inflación y las interrupciones del suministro, que habían llevado a los bancos centrales a endurecer la política monetaria e indicar posiciones cada vez más agresivas en el futuro, incrementando las tasas de interés y la volatilidad de los precios de los activos.

En concreto, advierte de que la inflación se ha convertido "en un peligro claro y presente para muchos países" y las interrupciones relacionadas con la guerra amplifican esas presiones.

"Ahora proyectamos que la inflación permanecerá elevada por mucho más tiempo", alerta la institución, que para 2022 anticipa que alcanzará el 5,7% en las economías avanzadas y el 8,7% en los mercados emergentes, lo que supone un aumento respectivamente de 1,8 y 2,8 puntos porcentuales en comparación con las previsiones del pasado enero.

Estos cambios están ocurriendo más rápido de lo que se esperaba, reconoce el Fondo, incluso cuando muchas partes de la economía mundial, en particular los países con bajas tasas de vacunación, deben lidiar aún con una presión continua en los sistemas de atención médica debido a la pandemia.

"Los efectos económicos de la guerra se están extendiendo por todas partes, como ondas sísmicas que emanan del epicentro de un terremoto, principalmente a través de los mercados de productos básicos, el comercio y los vínculos financieros", señala el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, en el informe 'Perspectiva Económica Mundial', donde advierte de que Europa, Oriente Próximo y África se encuentran entre las regiones más afectadas por los aumentos en los precios de los alimentos y los combustibles.

De este modo, las nuevas previsiones del FMI señalan a la zona euro como la región económicamente más perjudicada por el conflicto, con una rebaja del crecimiento esperado en 2022 de 1,1 puntos porcentuales, hasta el 2,8%, y de dos décimas en 2023, hasta el 2,3%.

Entre las principales economías del bloque del euro, Alemania sufre el mayor ajuste a la baja de las previsiones, al ver limitada su expansión este año al 2,1%, frente al 3,8% previsto en enero, mientras que sus expectativas de cara a 2023 mejoran en dos décimas, hasta el 2,7%.

Asimismo, Italia ve recortada en 1,5 puntos porcentuales su previsión de crecimiento para 2022, hasta el 2,3%, mientras que la de 2023 también baja en medio punto porcentual, hasta el 1,7%.

En el caso de Francia, el FMI espera un crecimiento del 2,9% este año y del 1,4% el siguiente, lo que supone una rebaja de seis y cuatro décimas, respectivamente, en comparación con las previsiones de enero, mientras que para España, el Fondo proyecta un crecimiento del PIB del 4,8% en 2022 y del 3,3% en 2023, rebajando así en un punto porcentual la anterior previsión para este año y en medio punto la de 2023.

De su lado, el crecimiento de Estados Unidos también ha sido revisado a la baja por el FMI en tres décimas tanto este año como el siguiente, cuando la expansión de la mayor economía mundial será del 3,7% y del 2,3%, respectivamente.

China, con un crecimiento esperado del 4,4% en 2022 y del 5,1%, también ha visto recortadas sus expectativas, con un ajuste a la baja de medio punto porcentual para este año y de dos décimas el siguiente.

En general, las economías avanzadas registrarán un ritmo de crecimiento del 3,3% en 2022 y del 2,4% en 2023, lo que implica una recorte de seis décimas este año y de otras dos el próximo año. A su vez, el pronóstico para las economías emergentes anticipa una expansión del 3,8% este año, un punto porcentual menos que en enero, y del 4,4% en 2023, un ajuste de tres décimas.

"La fragmentación geopolítica empeora todas estas situaciones al aumentar el riesgo de conflicto y la volatilidad económica y disminuir la eficiencia general", advierte el FMI, para el que la guerra ha generado una perspectiva real de que "sean borrados" una gran parte de los logros recientes.