El grupo italiano De'Longhi, especializado en pequeño electrodoméstico, cerró 2021 con un beneficio neto de 311,1 millones de euros, lo que supone un incremento del 55,4% en comparación con las ganancias observadas durante 2020, según se desprende de la cuenta de resultados que ha publicado este jueves la empresa.

La firma dueña de marcas como Ariete, Braun o Kenwood facturó 3.221,6 millones de euros entre enero y diciembre del pasado ejercicio, un 37% de incremento en la comparativa con el año precedente.

Por áreas geográficas, los ingresos en Europa se situaron en 2.076,3 millones de euros, un 27,5% más, mientras que en América alcanzaron 562,8 millones, más del doble, y en Asia-Pacífico, los 400,3 millones, un 20% más. La cifra de negocios procedente de Oriente Próximo, India y África fue de 182,3 millones de euros, un 48,8% más.

El coste de los materiales y la producción escaló a 1.621,4 millones de euros, un 35,8% más, mientras que el de los servicios y otros gastos operativos fue de 845,9 millones de euros, un 41,6% más. Los costes laborales no industriales experimentaron un avance del 23,7%, hasta 239,3 millones de euros.

De esta forma, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de De'Longhi alcanzó los 480,6 millones de euros al término de 2021, un 40,1% más, al tiempo que el resultado neto de explotación (Ebit) fue de 386,9 millones, un 47,7% más.

El consejo de administración de la firma tiene previsto proponer la distribución de un dividendo de 83 céntimos por acción con cargo a los resultados del ejercicio pasado, lo que equivale a un ratio de 'payout' del 40% de los beneficios.