En noviembre, se formalizaron 28.756 hipotecas en los colegios de registradores, lo que supone un nuevo máximo mensual desde el mes de febrero, manteniendo el tono positivo y de gradual recuperación de los últimos meses; a pesar de que, en noviembre, los efectos de la segunda ola del virus obligaron a tomar medidas muy restrictivas en algunas CCAA. Cabe señalar que la comparativa respecto a finales de 2019 es desfavorable (cayeron un 2,4% interanual), ya que, en aquel entonces, la firma de hipotecas se disparó puntualmente cuando se agotó el efecto negativo por la introducción de la Ley de Crédito en el verano. 

En el balance de los once primeros meses de 2020, se dejaron de firmar unas 23.000 operaciones respecto a 2019, lo que supone un descenso en el número de hipotecas del 7% acumulado desde enero. A este respecto, también cabe señalar que, en el acumulado del año, se firmaron unas 50.000 hipotecas más de las que se cancelaron, de tal manera que siguió aumentando el volumen de hipotecas vivas.

Un mes más, la lectura del mercado por el lado del capital prestado es más favorable: +3,0% interanual en noviembre, hasta los 3.930 millones de €, también máximo en lo que llevamos de pandemia. Además, esa combinación de mayor reactivación en términos de capital que en términos del número de firmas se debe al aumento del importe medio por hipoteca: +5,5% interanual hasta 136.676 euros en noviembre. Parece claro que, aunque ha disminuido el número de operaciones en el conjunto del año, las que se realizan, están siendo de mayor cuantía. 

Entre CCAA, el dato de noviembre vuelve a ser muy desigual: las regiones insulares, Cantabria y C. Valenciana serían las que más caen, tanto en número como en importe hipotecado; frente a Aragón, C. La Mancha y P. Vasco, que han sido donde el mercado mejor se ha comportado. En principio, la distinta incidencia de la recesión sobre las economías regionales (según su composición sectorial) explica, en parte, el distinto comportamiento. El caso más claro es el de Baleares y Canarias, perjudicadas por su fuerte dependencia de los sectores turísticos y de la demanda extranjera. 

En lo que llevamos de año, se reduce la volatilidad. En el lado positivo, destacan Asturias, Aragón, Extremadura y P. Vasco, entre otros (C. León, en número de firmas, y La Rioja, en capital prestado, también mejoran), regiones que prolongan un buen comportamiento en 2019. Por el contrario, destacan negativamente Navarra, Madrid, C. La Mancha y C. Valenciana, con un descenso tanto en número como en importe. En estos casos, se trata de regiones que crecieron, en mayor o menor medida, en 2019 y que, ahora, podrían estar corrigiendo excesos anteriores. El caso más claro sería quizás el de C. La Mancha, donde la firma de hipotecas creció más de un 15% en 2019. Mención aparte merece Cataluña, donde se están firmando menos operaciones, pero las que se firman son por importes especialmente elevados.

Por último, volver a destacar cómo los cambios registrales se han disparado a ritmos de 3 cifras: +220% interanual en noviembre, impulsados por las novaciones (+246%), sin duda, recogiendo el repunte en las renegociaciones hipotecarias. También están disparándose las subrogaciones tanto por el lado de los deudores (+133%) como de los acreedores (+148%). 

En balance, la gradual mejora del mercado hipotecario sugiere que la demanda de vivienda sigue sin dar señales significativas de debilidad, al menos, en el corto plazo. En los próximos meses, la demanda podría verse afectada negativamente por las sucesivas olas del virus y las medidas restrictivas tomadas por algunas CCAA, así como por la recesión económica.

Bankia Estudios