La asociación de profesionales de la inversión CFA Institute ha pedido a los supervisores una regulación más dura para las empresas de adquisición de propósito especial (SPAC por sus siglas en inglés) con el objetivo de "hacerlas más transparentes".

Así lo señala en un informe publicado recientemente. En concreto, la institución recomienda que los patrocinadores publiquen sus acuerdos con inversores y empresas, además de la existencia de otras alianzas en paralelo con inversores ancla.

También piden que haya una sola regulación y régimen de supervisión por parte de la ESMA, un mejor alineamiento de los intereses de los 'sponsors' con los de los inversores y un límite de acceso para los inversores minoristas a productos de SPAC en el mercado secundario.

Las ventajas de salir a Bolsa de esta forma son, entre otras, la reducción del tiempo necesario para debutar en el mercado, la mayor liquidez y el aumento de valoración de la compañía, según explicó el director del Departamento de Estudios de Zonavalue, Juan Esteve, hace unos meses.

Aunque existían desde la década de 1980, este mecanismo se ha hecho muy popular en los últimos meses y tres de cada cuatro empresas en Estados Unidos lo utilizan para salir a Bolsa, principalmente en telecomunicaciones, finanzas, transporte, sanidad y bienes de consumo, según Zonavalue.

No obstante, ese 'boom' se ha desinflado en los últimos meses después de varios escándalos, operaciones de baja rentabilidad y un mayor escrutinio por parte de los reguladores, en tanto que no ha ayudado la guerra en Ucrania y la subida de los tipos de interés.

Las propuestas de CFA sobre esta cuestión van más allá de las formuladas por los reguladores, al exigir una información más detallada por parte de los ejecutivos en los folletos.

"Por ahora, la presentación de los patrocinadores no suele ser más que un truco de marketing, que da lugar a una divulgación superficial de la información, a unas perspectivas de crecimiento infladas y a una falta de información sobre el equipo directivo, su relación con los patrocinadores, los posibles conflictos de intereses y la revelación de escándalos pasados", ha señalado la responsable de regulación para EMEA, Josina Kamerling.