El presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), José Manuel Campa, ha expresado la importancia de que los bancos centrales acometan de manera gradual el cambio de ciclo de la política monetaria con el fin de no provocar "disrupciones abruptas" tanto en los mercados financieros como en la economía en general.

Durante su intervención en el II Simposio del Observatorio de las Finanzas, organizado por 'El Español', Campa ha destacado que este cambio de posición de los bancos centrales supone una etapa de normalización, "lo cual es bueno". "Más vale un escenario de tipos bajos que negativos", ha asegurado.

En este sentido, el regulador bancario ha subrayado que la clave es que esta transición sea suave, ya que existen un conjunto de desequilibrios importantes en el sector financiero, con mucho crecimiento de la deuda, así como la revalorización de ciertos activos y el auge de las criptomonedas.

De este modo, ha hecho hincapié en la necesidad de que "este cambio de ciclo no desemboque en una disrupción abrupta de los mercados financieros y tampoco de la recuperación económica".

No obstante, el español ha destacado que el sector bancario europeo afronta el cambio de ciclo de la política monetaria con una salud "relativamente buena", recordando que los últimos test de estrés de la banca europea, que planteaban los escenarios más duros jamás aplicados por la institución, cosecharon los resultados más positivos.

En este sentido, el presidente de la EBA anticipa que el aumento previsto de la morosidad se producirá, aunque a tasas muy suaves.

"Nos hemos equivocado hasta ahora, porque de media la mora en el sistema europeo ha caído, pero seguimos previendo que aumentará a tasas muy suaves y en ninguna manera disruptivas", ha destacado.

Por otro lado, Campa ha señalado que, desde el punto de vista de la EBA, el objetivo básico e la unión bancaria en la UE pasa por que hubiera una mayor integración y un mayor grado de posibilidades de compartir riesgos en el sistema europeo.

Sin embargo, ha reconocido que se trata actualmente de una unión bancaria incompleta a falta del fondo de garantía de depósitos, además de que la regulación cuenta con componentes que hacen que las autoridades nacionales sean reacias a la libre circulación de capitales y de liquidez.

"La integración de las entidades bancarias es un mecanismo para fomentar la distribución de riesgos dentro de la UE", ha afirmado el español, para quien la obligación de los reguladores es intentar que ese mercado único funcione de manera adecuada para conseguir que existan sinergias y puedan explotarse.

"Nosotros como autoridades tenemos que trabajar en la eliminación de barreras y las entidades tendrán que trabajar para explotar las oportunidades", ha apostillado.