El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha apelado este martes a la "responsabilidad" de los diputados para que den su respaldo en el Congreso al plan económico de respuesta a la guerra diseñado por el Gobierno, pese a la "gravedad" de las presuntas escuchas a políticos independentistas.

En declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, Álvarez ha señalado que "más allá" del presunto espionaje a independentistas a través del programa Pegasus, España debe poner en marcha un paquete de medidas para paliar los problemas de los ciudadanos y el incremento de la inflación, motivado "básicamente" por la guerra en Ucrania.

"Estamos bastante acostumbrados a que incluso algo tan importante como la reforma laboral salga por la equivocación de un diputado. Por tanto, creo que esto hay que verlo con una cierta tranquilidad y pensar que tenemos un Parlamento fraccionado, que eso tiene inconvenientes, pero también algunas ventajas, porque obliga a los grupos políticos a negociar a fondo y hasta el último momento y muchas veces eso es bueno para los ciudadanos", ha apuntado Álvarez.

Sobre el plan económico propuesto por el PP, el líder de UGT ha subrayado que cualquier medida que comporte una rebaja generalizada de impuestos "es un error en un país en el que se pagan pocos impuestos y en el que hay muchas necesidades ciudanas".

"No pensamos que ese sea el camino para afrontar la crisis actual. Al contrario, creemos que la recaudación fiscal debería poder utilizarse para atender las necesidades perentorias de las familias", ha afirmado.

En concreto, Álvarez defiende que los ingresos fiscales deberían destinarse a ayudar a las familias con ingresos de 1.000 euros o menos, proporcionándoles "bonos temporales" para poder pagar la factura de la luz o la cesta de la compra. "Y para poder hacer eso no se pueden bajar los impuestos de manera generalizada", ha señalado.

Para el secretario general de UGT, en España existe margen para elevar los impuestos a fin de situar al país en el entorno de sus socios europeos, pues existe una brecha en la presión fiscal de cinco puntos del PIB. "Nos queda camino aún por recorrer desde el punto de vista del crecimiento de los impuestos", ha indicado.