Stefan Scheurer, economista de la gestora, explica en un reciente nota que”si el Banco de Japón se mantiene estable como se espera, dejará los tipos a corto plazo en un -0,1 por ciento; el rendimiento de los bonos del gobierno japonés a 10 años en aproximadamente el 0 por ciento; y las compras de ETFs en 6 billones de yenes por año”.

En su opinión, el riesgo de un cambio de política de la autoridad monetaria el riesgo “de un cambio de política por parte del Banco de Japón parece bastante bajo por el momento, dado que las expectativas de inflación han caído fuertemente desde el comienzo del año”.

Por el momento, el IPC sigue en el 0%, muy lejos del objetivo del 2% que quiere alcanzar el banco para el próximo ejercicio fiscal de 2018.

Pero en el banco consideran que “el compromiso de superación de la inflación" del banco, esto podría no ser posible. Por lo tanto, no podemos descartar que el banco pueda anunciar en julio que planea darse el año fiscal 2019 para alcanzar este objetivo. De hecho, la postura general del consejo directivo del Banco de Japón debería volverse aún más blanda en julio, cuando se nombren nuevos miembros”, señala el experto.

Sí espera el economista una revisión al alza de las perspectivas de crecimiento ya que, dicen, “ sigue en el camino hacia la recuperación. Sin embargo, los fundamentos de la economía nacional y la inflación aún necesitan mejorar aún más, por lo que los tipos reales deben permanecer en un territorio negativo y las condiciones financieras deben permanecer relajadas”.

En estos momentos, el Banco de Japón ya está disminuyendo sus compras de bonos del gobierno japonés. Explican en la gestora que “ una reducción adicional es posible, pero no esperamos ver un final completo de este programa - y mucho menos una reducción del balance”.