Desde finales del año pasado, la entidad bancaria de este país se ha convertido en una de las mayores preocupaciones para los inversores mundiales. Sus problemas en el negocio, las inmumerables multas y un balance repleto de derivados han hecho que a nivel internacional sea considerado como el mayor banco sistémico del mundo. Es decir, que si un día  nos encontraríamos con una situación parecida a la de Lehman Brothers, los mercados podrían echarse a temblar.  “Deutsche Bank, el coloso en llamas”

El problema de esta semana con Deutsche Bank
se ha producido cuando el semanario Focus publicaba que la presidena del país, Angela Merkel, había dejado claro que su país no estaba dispuesto a rescatar al gigante. Hubo un tiempo en el que los mercados se navegaban con la tranquilidad que daba el salvavidas de “demasiado grande para caer”, sin embargo Lehman Brothers echó por tierra esa teoría. Las consecuencias hoy siguen siendo más que evidentes. Por cierto, Cárpatos ha publicado hoy en su sección una comparación entre la evolución en bolsa de las dos entidades que es más que evidente. El experto apunta “Hay que recordar que con Lehman hasta el día de su caida se dijo que no era para tanto que había tocado suelo, los brokers recomendaban comprar porque estaba muy barato, y las compañías de rating le daban buena nota".

Deutsche Lehman


Aunque el gobierno ya se ha encargado de dejar claro que no va a participar en ese tipo de especulaciones, lo cierto es que Merkel se enfrenta el año que viene a unas nuevas elecciones legislativas y probablemente no quiera hacerlo con el estigma de haber sido un nuevo presidente que salva a un banco frente a los ciudadanos.

Lo cierto es que los analistas consideran que la entidad no está lo suficientemente capitalizada  una vez que afronte los pagos que le exige EE.UU. por haber comercializado productos subprime en su país. En la actualidad se habla de 14.000 millones de dólares, aunque la cifra podría reducirse.  Lo que si parece insuficiente es el dinero que la entidad alemana ha provisionado, unos 5.500 millones de euros para hacer frente a los costes legales.

Mientras tanto, el mayor banco alemán cotiza en mínimos históricos con una capitalización que ronda los 14.500 millones de euros. Hoy los expertos de Carax AlphaValue abrían una nueva posibilidad, que el rescate de Deutsche Bank no llegara de manos del estado, sino que fuese alguna entidad europea la que se hiciese con su control. En concreto, en su nota de la mañana explicaban que “podría abrirse un proceso por el cual algunos bancos europeos que ahora más que triplican la capitalización de Deutsche Bank, podrían pensar en lanzar una oferta”.

Recuerdan que HSBC tiene una capitalización de 136.000 millones de euros y que tanto BNP como Santander valen algo más de 56.000 millones de euros, casi el triple que la firma alemana.
¿Sería esto posible? En Carax explican que “un banco no es una empresa normal, sino que la seguridad y confianza del cliente es un factor no cable, sino condición sine qua non. Seguimos fuera de Deutsche Bank e infraponderando los bancos europeos”.

valoración y rentabilidad


Lo cierto es que los bancos de la zona euro siguen atravesando su travesía a través del desierto, en un entorno plagado de regulación inconclusa, de bajos tipos de interés, de falta de demanda solvente de crédito, de crecimiento económico y en el que destaca la aparición de nuevos actores que campan sin regulación en nuevos nichos de mercado.  Quizá no es momento para hacer compras.

Son muchos los expertos los que aseguran que sin uniones bancarias europeas transfronterizas jamás se producirá una auténtica unión bancaria europea. ¿Será el símbolo de la fortaleza alemana el primer paso?

potencial y Per europeos

 
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