
La respuesta de la escuela de negocios Wharton con respecto a la irrupción de la IA en los negocios, es clara, debemos adaptar la Inteligencia Artificial cómo parte fundamental del management que va a ayudarnos a transformar las empresas.
Recordemos que Wharton fue de las primeras escuelas de negocios en medir lo que podría hacer una IA dentro de la formación académica de sus programas MBA. En 2023 uno de sus profesores, Christian Terwiesh, evaluó la capacidad de ChatGP3 para aprobar el examen de su MBA y el resultado fue que la IA pudo aprobar además con una nota que oscilaba entre B y B-.
Estaba claro que el experimento validó que la IA tenía unas "habilidades extraordinarias" según publicó, para automatizar tareas y para analizar problemas y dar soluciones eficientes en los casos planteados. Tras este famoso experimento, Wharton modificó el programa de su MBA para asegurarse que los alumnos no solo supiesen utilizar la IA, sino que entiendan cómo gestionarla y adaptarla a las necesidades futuras que estos alumnos fuesen encontrándose en las empresas.
La gestión de la IA dentro de un programa MBA debe incluir algunos puntos cruciales cómo son el aprendizaje automático de la IA, conocer lo mejor posible la ingeniería de datos y estadística, así como la ética y gobernanza de las mismas, de hecho en su último estudio de la IA, las conclusiones han sido que los directivos están utilizando y beneficiando del desarrollo de la misma. Estas son las conclusiones:
La era de la experimentación con la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) ha terminado, dando paso a una fase de implementación operativa y retorno de la inversión (ROI) medible. Los datos, extraídos de encuestas a 800 altos responsables en grandes empresas estadounidenses (junio-julio 2025), muestran que el 82% de las compañías utiliza IAG al menos semanalmente, y casi la mitad (46%) lo hace a diario. Este uso cotidiano subraya que la tecnología ha dejado de ser una herramienta de nicho para convertirse en una "memoria muscular operativa", equiparable al correo electrónico o las hojas de cálculo en el flujo de trabajo fundamental.
Un notable 72% de los líderes rastrea activamente el ROI de sus iniciativas de IAG, y de ellos, un contundente 74% ya reporta retornos positivos. Este alto índice de éxito, con retornos negativos siendo excepcionalmente raros (menos del 7%), posiciona la inversión en IAG como una de las más seguras y predecibles en el ámbito de TI. El ROI se manifiesta con mayor fuerza en sectores "nativos digitales" como Tecnología/Telecomunicaciones (88% de ROI positivo), y Banca/Finanzas (83%), donde las ganancias se obtienen de la aceleración del análisis de datos, el resumen de documentos y la automatización del back-office.
La "guerra de plataformas" se libra entre la ventaja de marca de ChatGPT (67% de uso) y la estrategia de integración de Microsoft Copilot (58%), que se beneficia de estar embebido en el ecosistema Office 365, reduciendo la fricción de adopción. Inicialmente, las empresas se centran en ganancias de eficiencia horizontales (resumen de documentos, análisis de datos). Sin embargo, el valor a largo plazo se está moviendo hacia la especialización vertical: la generación de código en IT, el cribado de currículums en RR.HH. y la revisión de contratos en Legal demuestran que la IAG se ha arraigado como una infraestructura crítica que exige compras empresariales centralizadas y estratégicas.
Según la propia escuela, los alumnos de sus MBA deben centrarse en el liderazgo estratégico y en tener habilidades específicas de utilización de la IA para complementar dicho liderazgo.
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