Los mercados de renta variable de los países desarrollados presentan una perspectiva alcista. «Todo indica que la Reserva Federal será la primera en reducir las inyecciones de liquidez en 2014 y es muy probable que los mercados perciban este proceso de forma favorable ya que la economía está sanando, y de hecho, ¡no podemos quedarnos para siempre en cuidados intensivos!» señala Jean-Sylvain Perrig, Chief Investment Officer de Union Bancaire Privée (UBP). No obstante, los países desarrollados seguirán recibiendo el apoyo de los bancos centrales y las economías, al igual que los mercados, seguirán avanzando por la senda de la normalización, lo que sin duda volverá a favorecer a la renta variable en 2014.

Hacia un crecimiento perenne

La economía mundial está en vías de curación. Las tendencias surgidas en 2013 (la aceleración del crecimiento y la confirmación de la recuperación de los países del G-7) se verán sin duda reforzadas en 2014 y todo indica que los bancos centrales mantendrán su actitud benevolente. Además, el próximo año tendríamos que ser testigos de un ciclo de crecimiento de mayor madurez, gracias a la recuperación prevista del comercio internacional y sobre todo, a la reactivación de la inversión de las empresas. Así se restablecerá el potencial de crecimiento de los países desarrollados, poniendo fin a los estigmas de la crisis que se inició en 2008. «Más que una vuelta al periodo 2006-2007, esperamos ver nacer un nuevo ciclo de crecimiento, más perenne esta vez, que se nutra de la actividad y de las inversiones de las empresas» vaticina Patrice Gautry, Economista jefe de UBP.

Persistirá la fuerte disparidad entre las distintas áreas geográficas, si bien de ahora en adelante serán los países desarrollados los que asuman el papel de ser factores de cambio y alimenten el crecimiento. Impulsada por el «new deal» energético, en Estados Unidos la reindustralización gana fuerza y Japón, junto con Europa, avanzan por la senda de la reconstrucción. Los países emergentes, por su parte, se verán obligados a reequilibrar consumo e inversión, al haber sobredimensionado la segunda, y tendrán que mejorar su competitividad. En este contexto, los bancos centrales contribuirán a la recuperación y se asegurarán de que no retiran su apoyo de forma prematura. «Las políticas monetarias aportarán su contribución a la reconstrucción del ciclo de crecimiento, si bien las decisiones y declaraciones de los bancos centrales presentarán importantes diferencias según países y zonas geográficas» añade Patrice Gautry.

Renta variable: fuerte tendencia al alza

Los mercados de renta variable seguirán siendo la clase de activos predilecta. «Todo hace pensar que la renta variable que mejor comportamiento registrará será la europea, pues las primas de riesgo, que en estos momentos son todavía elevadas, tienen altas probabilidades de bajar» destaca Jean-Sylvain Perrig. Tras una década marcada por el mejor comportamiento de mercados emergentes y materias primas, la tendencia cambia y es de prever que los mercados de renta variable, y en especial los de los países desarrollados, serán los que obtengan las rentabilidades más duraderas. Al contrario de los países emergentes, se vaticina una mejora del par crecimiento-inflación en los países desarrollados y a diferencia de aquellas situadas en los emergentes, es posible que las empresas de los segundos logren incrementar nuevamente sus márgenes y su rentabilidad. En un contexto así, los flujos financieros darán preferencia a los mercados desarrollados.

«Mientras que en los países desarrollados el crecimiento se sitúe por debajo de su nivel potencial, las empresas cuyos beneficios disfrutan de un fuerte potencial de alza a largo plazo tendrían que recibir el beneplácito de los inversores», señala Jean-Sylvain Perrig. Estas empresas pertenecen principalmente a los sectores más prometedores a medio plazo, como el comercio electrónico, las redes sociales, la fabricación por adición (impresión en 3D) y la computación en la nube y tienen el potencial de cambiar nuestras sociedades de forma perenne.

En cuanto a la renta fija, todo hace pensar que proseguirá la tendencia alcista de los tipos a largo, especialmente en Estados Unidos, acompañada de expectativas estables de inflación. La cristalización de este escenario resultará positiva pues será la señal del retorno de la confianza, de la mejora de la visibilidad y de un mayor crecimiento, y en consecuencia, del alza de los resultados empresariales. En este contexto, opinamos que la deuda pública sigue siendo poco atractiva en estos momentos y solo la deuda de empresa de alto rendimiento ofrece todavía la posibilidad de una rentabilidad positiva en 2014, gracias a la importancia del efecto cupón. No obstante, es aconsejable dar preferencia a las duraciones cortas.

Concluiremos señalando que este entorno tendría que favorecer a los hedge fund, y se espera que en 2014 tengan un magnífico comportamiento. En el ámbito alternativo, todo hace pensar que las estrategias denominadas «long/short equity» al igual que los gestores que se especializan en las «corporate action» son las que mejor posicionadas están para aprovechar el contexto económico y financiero actual.

Nota a propósito de Union Bancaire Privée (UBP)
UBP es uno de los mayores bancos privados suizos y uno de los mejor capitalizados, con un ratio Tier 1 del 32,9%. El Banco se especializa en la gestión de patrimonio al servicio de clientes institucionales y particulares. Con sede en Ginebra, cuenta con 1.250 colaboradores presentes en una veintena de oficinas de todo el mundo. A 30 de junio de 2013 sus activos bajo gestión ascendían a 81.100 millones CHF (66.000 millones EUR).
www.ubp.com

 

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