El segmento de grandes patrimonios es uno de los más codiciados por las entidades financieras. Y no es de extrañar a la vista del acelerado ritmo de creación de riqueza de los últimos años. Según el informe 'The Wealth Report 2018', elaborado por la consultora inmobiliaria británica Knight Frank, los ultra millonarios, aquellos con un patrimonio de más de 40 millones de euros, crecieron un 10% en 2017 y representan un colectivo de 129.730 personas en el mundo que atesoran una riqueza conjunta de 21,4 billones de euros. La población multimillonaria, con más de cuatro millones de euros, aumentó un 9%, hasta superar los 2,53 millones de personas. En el caso de España, en 2017 había un total de 1.690 ultra ricos y más de 35.000 millonarios.
Las previsiones de Knight Frank contemplan que el ritmo de crecimiento continuará en los próximos cinco años y en el año 2022 este segmento de población será más de un 40% superior al actual. De acuerdo a este estudio, una evolución similar tendrá el número de ultra millonarios y millonarios en España, que aumentará un 36% (hasta 2.300 personas) y un 35% (hasta 48.010 personas), respectivamente.
En este contexto, el Banco Santander no quiere dejar pasar la oportunidad de consolidarse como un actor principal en la gestión de altos patrimonios y ha lanzado una nueva unidad global dirigida a clientes particulares con unos activos superiores a 20 millones de euros: Private Wealth. Esta unidad forma parte de Wealth Management, la división de banca privada y gestión de activos de Grupo Santander, que da servicio a 170.000 clientes en los principales mercados donde el banco tiene presencia y cuenta con 333.000 millones de euros de activos bajo gestión, según datos a 30 de septiembre de 2018.
Private Wealth se centra en servicios personalizados, de mayor valor añadido y basados en las necesidades específicas de cada cliente. La oferta incluye productos y soluciones de inversión que abarcan inversiones tradicionales y alternativas, tales como fondos de capital privado, infraestructura, deuda privada e inmuebles, además de planificación patrimonial y de asesoramiento a la siguiente generación a través de la relación que Santander mantiene con 1.300 universidades en todo el mundo. El banco parte con una base inicial de clientes en este segmento de 1.500 personas.
La entidad pone al servicio de estos clientes un servicio de banqueros especializados, coordinados a través del modelo único de relación global de Santander Private Banking, para atender las necesidades locales e internacionales de forma integrada. Además, esta iniciativa incluye soluciones digitales de vanguardia para facilitar el acceso instantáneo a sus carteras de inversiones y a los mercados de capitales.
Para Víctor Matarranz, director de Wealth Management, “el alcance internacional del grupo combinado con la fuerte presencia local en nuestros mercados principales hacen que estemos posicionados para convertirnos en el mejor gestor de patrimonio en Europa y América”. También Alfonso Castillo, responsable global de Private Wealth, se muestra convencido de que “el Santander, gracias a sus capacidades de banca de inversión global y gestión de activos, está en una posición privilegiada para ofrecer a los clientes de banca privada un servicio único”.
La división de Wealth Management del Banco Santander está creciendo a gran velocidad. Su contribución total (beneficio neto más comisiones) al grupo ascendió en los nueve primeros meses del año a 757 millones de euro, lo que supone un incremento del 10%. El beneficio atribuido en este periodo asciende a 392 millones de euros, un 7,6% más. El propio consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez, señaló recientemente que “es un área en la que queremos crecer”.
Para ello, además de Private Wealth, el bnco ha lanzado varias iniciativas en los últimos meses. Entre ellas, el desarrollo de una plataforma digital para banca privada y el fortalecimiento del valor de la propuesta de la gestora de fondos.
Santander Wealth Management se creó en septiembre de 2017 con el objetivo de proporcionar un mejor servicio a los clientes de banca privada y aprovechar las ventajas competitivas que supone estar presentes en diez mercados, así como para contribuir a la integración del negocio de gestión de activos y avanzar hacia la digitalización de los productos y los servicios. Como meta, se ha marcado que sus activos crezcan a doble dígito hasta 2020.