Los datos sobre obesidad infantil a nivel mundial provienen de métodos diferentes, por lo que es difícil hacer comparaciones, pero sí constatan que la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil es elevada en muchas zonas del mundo. Así lo afirmó el profesor Luis Moreno, Catedrático de Metodología de Investigación en la Universidad de Zaragoza, dentro de las conferencias-debate organizadas por el Instituto Danone en la Real Academia Nacional de Medicina bajo el título ¿Cómo podemos evitar la obesidad en la infancia?
Los países mediterráneos y del Este son los que presentan mayor prevalencia de obesidad infantil en Europa y también es donde se es donde se dedica más tiempo a actividades sedentarias, como ver la televisión. Esto apunta a la idea de que la actividad física (o su ausencia) tiene mayor incidencia en el sobrepeso que el tipo de alimentación durante la infancia. Los índices de obesidad y sobrepeso en niños han ido creciendo desde la década de los 80 hasta el cambio de siglo, aunque se han estabilizado a partir de esa fecha, sobre todo entre los grupos de mayor nivel socioeconómico.
Según el profesor Moreno hasta los 5 años hay una relación directa entre obesidad y consumo de calorías, pero a partir de aquí intervienen otros factores.
A partir de los cuatro años influyen factores genéticos o de hábitos alimentarios (por ejemplo no desayunar se relaciona con un aumento del sobrepeso), pero el factor determinante va a ser la práctica del ejercicio físico, o lo que es lo mismo, evitar el sedentarismo. La actividad física se ha mostrado incluso capaz de moderar los efectos de tener una genética que predisponga al sobrepeso, mientras que el sedentarismo infantil, sobre todo asociado a la larga exposición a la televisión, combinada con ingesta de bebidas azucaradas o snacks de elevada densidad calórica darían lugar, de manera combinada, al desarrollo de obesidad. Los estudios no obtienen la misma conclusión respecto al uso de otras pantallas, como el ordenador o las videoconsolas.
En Europa el estudio HELENA (Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescents) ratifica que los niños y adolescentes que cumplían la recomendación de realizar 60 minutos o más de actividad física o moderada al día tenían menos grasa corporal.
El profesor Moreno expuso que existen varios momentos críticos en el desarrollo en los que la alimentación de los niños tiene mayor influencia en la manifestación de sobrepeso y obesidad en la infancia; el periodo intrauterino, las primeras semanas después del parto, la pubertad y la adolescencia, aunque incidió en que para realizar una prevención de la obesidad entre niños lo más eficaz es combinar una alimentación adecuada y actividad física. Además defendió apoyarse en el entorno social de los niños, actuando mediante la promoción de hábitos de vida saludables en la escuela, la familia y todo su entorno social.
La obesidad provoca ya en los niños, enfermedades que se suponían propias de los adultos como hipertensión, dislipemia o diabetes tipo 2 y predispone para enfermedades más graves en la edad adulta, como las enfermedades cardiovasculares. Además, puede producir baja autoestima, depresión y alteraciones alimentarias que afectan al desarrollo de los infantes e inciden en su salud de adultos. Actuar es importante y tiene resultados, pues diversos estudios han demostrado que, cuando se consigue una pequeña bajada de peso en niños obesos, lo es sobre todo a costa de la grasa abdominal, la más asociada a la morbilidad obesa.
El Instituto Danone
El Instituto Danone, institución científica sin ánimo de lucro, cumple 20 años dedicado al fomento y divulgación de la investigación fundamental y clínica en el campo de la Nutrición, la Alimentación y la Salud, mediante la concesión de becas y premios, la colaboración con universidades y hospitales de mayor prestigio en España y otros países y la edición de publicaciones de referencia para los profesionales de la Salud. Además realiza iniciativas de formación en Nutrición, Alimentación y Salud, como el curso de la Escuela de Nutrición Francisco Grande Covián, quizás el de mayor prestigio en nuestro país por la calidad y rigor de los profesores participantes, o este ciclo de conferencias-debate en colaboración con la Real Academia Nacional de Medicina que se repite anualmente desde hace ya cuatro.