MADRID, 09 ENE. (Bolsamania.com/BMS) .- A pesar de la insistencia del Gobierno de Madrid de que el desempleo en España bajará en 2014, más de uno de cada cuatro trabajadores se encuentran actualmente en el paro. De hecho, con una tasa de desempleo del 26,7%, según el último dato disponible correspondiente al mes de noviembre, España ocupa el segundo puesto más alto de parados en la Zona Euro. Sólo le supera Grecia, que hoy jueves ha publicado que su propia cifra que, según el último dato disponible del mes de octubre, ha avanzado hasta el 27,8%.

Aunque el pasado mes de noviembre el paro registró su primer descenso, la bajada fue de 2.475 personas, en comparación con más de 4,8 millones que siguen sin encontrar un puesto de trabajo. En un sentido aún más “pesimista”, los españoles que siguen trabajando han visto un recorte en sus sueldos del 7% en términos reales desde 2010. Además, hay más de tres millones de españoles que se encuentran en una situación de “pobreza extrema”, que equivale a sobrevivir con menos de 307 euros mensuales.

Un informe del pasado diciembre de Price Waterhouse Coopers afirma que la economía de España no se recuperará hasta los niveles de crecimiento de antes de la crisis hasta 2033. Asimismo, señala que, aun si el crecimiento logra alcanzar un 2% anual, la tasa de paro tardará aproximadamente 20 años en bajar hasta el 7% de 2007. Aun si la expansión alcanza el 2,3%, el desempleo no caerá por debajo del 10% hasta 2024.

Otra fuente de preocupación es la precariedad de los nuevos contratos. Sólo un 7,6% de los puestos creados en noviembre fueron permanentes. En un año, se han destruido 298.000 empleos permanentes, mientras un 33% de los 849.650 nuevos contratos temporales son también a tiempo parcial.

España sí se beneficia de la reducción en costes laborales, que se llama “mejora en competitividad”, y por lo tanto sus exportaciones van en aumento. Sin embargo, cabe destacar que una gran parte de este incremento se debe a la producción de automóviles gracias a las mejoras en fábricas de Ford, General Motors, Volkswagen o Renault en el país. No obstante, el antiguo director de gestión de Merrill Lynch (Londres) y fundador de la consultora Multa Paucis, César Molinas, advierte que “el gran esfuerzo de estas compañías para exportar se debe a que no pueden vender coches en España. Este fenómeno, en vez de 'exportación', se conoce ahora como 'deportación'. Se venden automóviles en el extranjero, a veces a precios de coste, sencillamente para reducir las pérdidas”. Además, aunque se han creado 2.500 empleos en el sector de automovilístico durante 2013, la situación laboral se ha vuelto más precaria. Los nuevos empleados reciben un sueldo un 16% por debajo de los antiguos y tienen contratos temporales en vez de los permanentes.

En cualquier caso, algunos economistas advierten de que las exportaciones sólo sirven para una recuperación frágil, ya que la demanda interna sigue siendo muy débil. Como ejemplo, las ventas minoristas continúan estando un 25% por debajo de los niveles de antes de la crisis.

De cara al futuro, las generaciones jóvenes tampoco se enfrentan a unas perspectivas esperanzadoras. Según Javier Díaz-Giménez, profesor de IESE, tras la nueva regulación, el valor real de una pensión valorada en 1.000 euros mensuales, podría caer por debajo de 500 euros en 2050.

Todo lo anterior dista de la visión de un futuro “esperanzador” que suele intentar transmitir el Partido Popular. Sin embargo, y aunque todos los datos son correctos, no es una presentación objetiva. Cabe destacar que el titular de este artículo, junto con todas las cifras y declaraciones, han sido recogidos de un artículo publicado hoy jueves con el mismo título, en la portada de la página web World Socialist Web Site.

Para determinar la realidad de la economía de un país, hay que evaluar todos los datos en su conjunto. Por otro lado, un economista tampoco se limitaría a leer el comunicado del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Jason Martin