Pero tampoco estaban fáciles las cosas antes de estos dos factores. Precisamente los ODS se establecieron como consecuencia de la alarma mundial ante un estado de cosas que requerían un cambio de rumbo si no queríamos comprometer la supervivencia del planeta. El desarrollo sostenible no es una opción: es una necesidad ineludible en la que instituciones, empresas y ciudadanos tenemos que implicarnos todo cuanto nos sea posible. Y los objetivos marcados por Naciones Unidas tienen la virtud de brindar posibilidades de participación a todos, cada uno desde su campo de actuación.
Los hospitales pueden aportar mucho al cumplimiento de los ODS en la medida en que son una plataforma óptima para liderar con sus actuaciones y estrategias el ODS-3, centrado en garantizar una vida sana y en promover el bienestar para todas las personas en todas las edades.
Un modelo holístico
La clave de una sostenibilidad bien entendida es que debe articularse sobre pilares concebidos como un modelo holístico, es decir, interrelacionados en un todo en el que cada una de las partes dependen de las demás.
Un hospital es un microcosmos perfecto para que el cuidado de las personas y el del medio ambiente se articulen en busca de las mejores respuestas para la obtención de la salud, de una salud colectiva, global, integrada. No cabe hablar de la salud individual sin tener en cuenta la idea de una salud colectiva, y esta no tiene sentido sin pensar en la salud del planeta. De este modo, el compromiso hospitalario se sustenta en la convicción de que los ODS no son generalidades abstractas sino apuestas específicas orientadas al bien de todos.
El compromiso hospitalario
Desde estas premisas, los hospitales pueden ser puntas de lanza para liderar el avance hacia una sociedad más saludable a través de la promoción del bienestar físico y mental, sobre la base de un compromiso medioambiental que se traduce en acciones específicas. En los hospitales, la salud se entiende como un compromiso global establecido de persona a persona, como un valor de grupo que llega más allá de la medicina individualizada.
Grandes compañías de este sector, como Quirónsalud, son conscientes de este compromiso, y por ello en 2016 se convirtió en el primer grupo hospitalario español en adherirse en calidad de socio a la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas, de la que actualmente forma parte como vocal de su Comité Ejecutivo, manteniendo un compromiso firme con la Agenda 2030 en todas sus acciones, consciente de su capacidad para impactar positivamente en la construcción de un mundo más justo y sostenible. Y este mismo año se ha incorporado también a la realidad española de la visión global presentada por el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD). El WBCSD, una institución que en España a través de Forética, tiene el objetivo de guiar a las empresas en el desarrollo de acciones que conformen las transformaciones sistémicas necesarias para hacer realidad la visión compartida de un mundo en el que las más de 9.000 millones de personas del planeta consigan en 2050 una buena calidad de vida.
Por decirlo en pocas palabras, los ODS son un compromiso formal, que, desde la óptica hospitalaria, tiene plasmaciones muy específicas en la búsqueda del bien común de sus pacientes, de sus profesionales, de la sociedad y del planeta. Hay todavía mucho que hacer, pero ya se perciben avances.