Según ha informado expansión, se ha cerrado ya la operación en el cual la familia Fluxá ha vendido el 5,6% de sus acciones de ACS, lo que corresponde a algo más de 17,64 millones de acciones. La operación ha sido a través de una colocación acelerada por lo que habrían captado unos 550 millones de euros y la venta se ha realizado a unos 31,4 euros por acción con un ligero descenso sobre el cierre de cotización (32,1 euros por título).
Esta compañía cierra así una etapa que comenzó en el año 2007, cuando desembarcaron en la constructora con una inversión de 840 millones. La entrada se produjo al final del ciclo alcista del sector, por lo que a partir de ese instante la cotización empezó a retroceder, lo que obligó a la familia Fluxá a reconocer pérdidas de inversión y a volver a negociar las condiciones de préstamo que empleó para comprar la participación.
Iberostar empezó hace meses a dar los primeros pasos para salir del capital de ACS y en diciembre del año pasado el grupo decidió abandonar el consejo de administración de la compañía con el objetivo así de facilitar la venta de sus acciones en la constructora.
La salida de la familia Fluxá de la compañía, que ya no participará en la asamblea de accionistas del grupo, ha supuesto para ACS librarse de un lastre sobre cotización ya que desde hace varios meses la compañía lleva especulando con esta colocación masiva de acciones en manos de un solo socio. Miguel Fluxá señaló que la salida de su familia de la constructora estaba condicionada por el valor de las acciones, que en los últimos años se ha mantenido por debajo del precio de compra en 2007, cuando cotizaba por encima de los 46 euros por acción.